domingo, 15 de marzo de 2009

Mi voluntariado, una carpa y muchas sonrisas

A continuación, la psicóloga Jennifer Palacios narra su experiencia sobre su primera participación en el Programa de Apoyo Comunitario para el Bienestar Emocional de Daedalos en la comunidad de Nueva Canchamaná, Chincha.

“La experiencia de realizar este voluntariado es muy enriquecedora, en especial cuando las personas que uno ayuda son aquellas que realmente lo necesitan. Daedalos me brindó la oportunidad de poder realizar un trabajo diferente al que uno efectúa en la capital, ya que es aproximarse a una población que lo ha perdido todo y que requiere de un compromiso y responsabilidad por parte de cada uno de nosotros.
Asimismo, trabajar con niños es una práctica por la cual yo me inclino y deseo realizar en el futuro, por ello, haber facilitado las actividades con ellos me gustó mucho y me dejó bastantes satisfacciones. Es innegable que fue una labor difícil, ya que el nivel de contención solicitado era mayor al esperado y eso me producía un poco de impotencia por sentir que de repente no les iba a brindar todo lo que ellos buscaban.
Sin embargo, el tiempo que estuve con ellos puede ser como una semillita que en el futuro florecerá y curará las heridas. Esto me ayudó a entender que la palabra, el cuerpo y la expresión artística son elementos que facilitan a que el pasado sea elaborado de una manera tal que el presente y futuro puedan ser apreciados de un modo positivo; y así los niños puedan volver a soñar y poder hacer todo lo que siempre han querido realizar”.

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