lunes, 22 de junio de 2009

KINA: Revisando Modelos De "Ser Mujer"

Hemos tenido el placer y, sin darnos cuenta, el reto de ver este fin de semana un nuevo concepto de "ser mujer". Modelo contrario al estereotipo de la ecuación seguida por tantas generaciones:

Mujer = debilidad = belleza= sumisión = dependencia

Hemos presenciado y ovacionado bajo el sentimiento de peruanidad un cuestionamiento contundente a lo que percibimos y proponemos como imagen de mujer.

Nuestra Kina nos ha mostrado que la mujer tiene diversas facetas, todas ellas integradas de manera coherente, saludable... bella.

Es la mujer que nos muestra una mirada de resolución contundente, un objetivo a lograr que no es doblegado por nada ni nadie.

Tomando como referencia esta mujer, podemos pensar también en cada una de las mujeres de nuestro país, las que sin subirse a un ring enfrenta, con todo, los retos de la maternidad en soledad, la pobreza de lo material y otros.

Es la mujer que nos señala el camino para el triunfo, la iniciativa para la lucha. Nos cuestiona la espera ubicada en la esquina de la comprensión y ayuda incondicional, nos propone el enfrentamiento decidido y directo contra el reto.

Aquí están nuestras mujeres desconocidas que salen de sus hogares anónimos y construyen un nombre propio.

Es la mujer que disfruta de un triunfo, que sabe levantar los brazos y se alimenta de los aplausos por el esfuerzo y éxito en su lucha.

En ella, como en las mujeres que valoran sus cotidianos logros, es en donde las tribunas se encuentran con su propio espíritu ovacionando su entrega.

Es la mujer que durante el momento de grandeza es capaz de reubicarse al lado de su rival, ya no para doblegarlo, sino para ofrecer la mayor fuerza del ser humano: su afecto, su experiencia, su reconocimiento.

Como aquellas mujeres sencillas que alguna vez encontramos en nuestro camino, que dejando su posición lograda se convierten en maestras de vida, alentadoras de nuestros primeros pasos.

Nuestra Kina nos ha invitado a ovacionar la nueva ecuación de mujer:

Mujer = fuerza + belleza + valentía + independencia

Lo más interesante de todo es que la combinación no resta dulzura, al contrario, esta combinación nos deslumbra más y nos invita a las mujeres, y por qué no a los hombres, a desarrollarlo.

viernes, 5 de junio de 2009

DIFERENCIAS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL HOMBRE Y LA MUJER

Jack Block, psicólogo de la Universidad de California Berkeley ha realizado la comparación de dos tipos teóricos según sexo, en lo que se refiere a las aptitudes de la Inteligencia Emocional.

Esto es lo que encontró.


HOMBRE

- Socialmente equilibrado
- Capacidad de compromiso con las personas
- Asume responsabilidades y alcanza perspectiva ética
- Solidario y cuidadoso en las relaciones
- Vida emocional rica y apropiada.
- Comodidad con ellos mismos, con los demás y con el universo social donde viven

MUJER

- Ser positivas con ellas mismas y los demás
- Expresan sus sentimientos de modo adecuado
- Adquieren un sentido vital
- Se adaptan a la tensión y a situaciones nuevas
- Comodidad con ellas mismas para ser alegres, abiertas y espontáneas
- Capacidad para comprometerse según principios o valores universales


Aun cuando Block establece características para cada uno de los sexos creemos que no son exclusivos de cada uno, por el contrario, en conjunto, resumen las características que cualquier persona puede conseguir si se empeña en mejorar su nivel de Inteligencia Emocional, independientemente del sexo, edad o condición social.

¿QUÉ COMPONE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

A continuación se explican los principales componentes de la Inteligencia Emocional. Cabe resaltar que cada uno de ellos es potenciable a cualquier edad, solo se necesita una adecuada motivación y una actitud abierta al cambio para sentirse más saludable.

Autoconciencia

El primer componente básico de la Inteligencia Emocional (IE) es la autoconciencia; sin ella no es posible plantear el tema. Debido a que al ser humano le es posible trascenderse y conseguir ser autoconsciente, sus emociones y afectos pueden estar dentro de su esfera de conocimiento. Muchas veces, cuando se trata de sentimientos negativos puedes preferir ocultarlos o inconscientemente hacer como si no existieran. En ese caso el nivel de IE es bajo.

Weisinger considera que si somos conscientes, podremos darnos cuenta que estamos elevando el tono de voz frente a las exigencias y presiones que recibimos de otra persona. Y porque somos conscientes de este hecho entonces podemos darnos la posibilidad de apaciguar la irritación y responder con respeto y ecuanimidad.

Las personas poco concientes de sus emociones suelen padecer de sensaciones de frustración, desilusión, depresión y no saben por qué les ocurre eso. También puede suceder que sin ser concientes de lo que sienten, comienzan a padecer una serie de trastornos físicos como palpitaciones, sudoración, indigestión, gastritis, colitis, dolores musculares, etc.

Autodominio

Otro componente de la Inteligencia Emocional es el autodominio. Muchas veces, puede confundirse el autodominio de las emociones y los afectos con la supresión o la represión de los mismos. Las personas creen que mientras menos expresen sus sentimientos entonces menos vulnerables o susceptibles va a mostrarse frente a los demás.

Sin embargo, la inteligencia emocional considera al autodominio como el apropiado manejo de los sentimientos esto es: aceptar un sentimiento, tratar de comprenderlo, evitar echar la culpa a los demás del mismo y ser capaz de saber que hacer y no sucumbir frente a el.

Respecto al autodominio, Daniel Goleman dice: “es ser capaces de soportar los embates emocionales de la vida y saber responder sin excesos emocionales”, es decir sin exageraciones o restando importancia a los sentimientos.

Automotivación

Goleman considera a la automotivación como la aptitud magistral “atletas olímpicos, músicos de nivel mundial y grandes maestros de ajedrez demuestran que el rasgo que los une es la capacidad de automotivarse para realizar una rutina de entrenamiento impecable”.

Es la capacidad de la IE, está sustentada a su vez en la persistencia para lograr las metas u objetivos propuestos. Weisinger cree que, tanto para automotivarse como para desmotivarse, es la propia persona quien tiene el poder de encaminar y dirigir su energía: ya sea que la persona use imágenes mentales, pensamientos positivos, metas significativas, o autocríticas constructivas, es ella misma la que determina el nivel de motivación y no las cosas externas.

Comunicación efectiva

Las personas con un elevado nivel de autoconciencia, autodominio y automotivación suelen utilizar los registros de sus propios sentimientos para comunicarse con la gente. No dejar de lado sus emociones, por el contrario, las recogen como datos sumamente útiles para poder transmitir con fidelidad las experiencias que le están ocurriendo.

La IE permite que una persona logre comunicar sentimientos negativos o desagradables de un modo equilibrado.

Para mejora la comunicación, es importante hacerse responsable de tus propios sentimientos y utilizar bases que comiencen con “me siento...” o “siento que...” también necesitas dar apropiado valor a tus opiniones y sentimientos y te animes a considerar como importante lo que tienes que decir.

Relaciones interpersonales

Las personas con elevado cociente emocional disfrutan de las relaciones, no tanto por la cantidad si no por la calidad de las mismas. Se esfuerzan por mantener las relaciones y las proyectan a largo plazo. Se preocupan por la persona en sí y no solo por los beneficios que le reportan.

Establecer relaciones donde eres consciente de las personas no son como tú quieres que sean, sino que tienen sus virtudes y defectos requiere de IE, justamente para aceptarlas, comprenderlas y construir una relación de reciproco conocimiento personal.

Daniel Goleman piensa que “las habilidades sociales son las que permiten dar forma a un encuentro, movilizar o inspirar a otros, prosperar en las relaciones íntimas, persuadir e influir, tranquilizar a los demás”.

Empatía

En pocas palabras la empatía es la capacidad personal para colocarse en la situación del otro, sintonizando con sus sentimientos de modo que es posible entender emocionalmente a la persona.

Quien ha desarrollado su capacidad de empatía no necesita que los demás comuniquen verbalmente sus sentimientos porque puede darse cuenta de ellos por el tono de voz, la expresión de rostro, ademanes y postura corporal, la mirada, la respiración, etc.

Una persona que no es empática no logra darse cuenta de los ceñimientos de los demás, no se contacta con sus emociones. En ese sentido, puede ser simpático (caer bien a los demás), pero no necesariamente empático (aprender y comprender los sentimientos de la gente).

ALGUNOS DATOS SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Al inicio de los 90. Los psicólogos Peter Salovey de la Universidad de Harvard y Jhon Mayer de la Universidad de New Hampshire, acuñaron por primera vez el concepto de “Inteligencia Emocional”

Al utilizarlo, estos profesionales quisieron referirse a las cualidades emocionales que veían como importantes para el éxito: expresión y comprensión de sentimientos, control de nuestro genio, independencia, capacidad de adaptación, persistencia, cordialidad, respeto y capacidad para resolver problemas interpersonales.

El Doctor H. Weinsinger define la inteligencia emocional como el uso inteligente e intencional de las emociones, de este modo hacemos que nuestras emociones trabajen para nosotros y nos ayuden a guiar nuestro comportamiento.

En realidad, el concepto de Inteligencia Emocional, puede ser nuevo pero el ser humano tal como lo demuestra Aristóteles siempre a mantenido inquietud por descubrir y conocer aquellas características que lo hacen más auténticamente humano.

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Simplemente, porque las emociones y los afectos también forman parte de la vida cotidiana y es necesario que estas se integren a la experiencia personal. Si te dedicas exclusiva o prioritariamente al desarrollo físico o intelectual entonces, puedes provocarte serias deficiencias y más adelante se transformaran en puntos débiles que te resultaran difíciles de manejar.

La Inteligencia Emocional implica un alto grado de autoconocimiento y autodominio personal, auto motivación, comunicación efectiva. Relaciones interpersonales saludables y adecuadas, empatía y capacidad de tomar decisiones y asumir riesgos.


UN EJEMPLO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL

Juan acudió a consulta psicológica cuando tenía 38 años. Fue un niño destacado y muy despierto en el colegio. Esto le valió distintas diplomas, terminó con honores la secundaria y fue uno de los primeros puestos al ingresar a la Universidad. Nunca desaprobó cursos y culminó sus estudios en el quinto superior. Nadie podía negar que se trataba de un muchacho inteligente. Casi de inmediato hizo un post grado en el extranjero y de regreso comenzó a trabajar en una empresa multinacional. Fue escalando posiciones profesionales, pero al mismo tiempo fueron haciéndose más evidentes una serie de actitudes y conductas que fueron mermando la confianza y credibilidad en su persona: constantemente se irritaba con sus compañeros y los maltrataba, se sentía incómodo trabajando en grupo y boicoteaba las reuniones. Cada vez se mostraba más rígido e inflexible aun se relacionaba poco con la gente y pocas veces se comunicaba. No le era posible comunicarse en el lugar del otro y menos aun expresar sus sentimientos. Esto ya le había costado más de un conflicto en la relación con su esposa. En el trabajo las quejas no se hicieron esperar y muy pronto comenzó a tener problemas con sus jefes y subordinados. Finalmente su esposa le pidió separarse porque no sentía que fuera importante para él. A los 38 años vio frustrada su carrera profesional cuando lo invitaron a renunciar y su vida familiar cuando su esposa se marchó de casa con sus dos hijos.

jueves, 4 de junio de 2009

TIPS PARA EL REFORZAMIENTO DE LÍMITES Y NORMAS

Una manera de hacer que nuestros hijos/as adolescentes obedezcan las reglas es ayudándoles a fomentar un comportamiento responsable, a través de:

Ayudarles a expresar sus sentimientos: Preguntar por qué actúan o se sienten de esa manera y pensar en formas de desahogar el enfado y el malestar.

Expresar reconocimiento: Siempre que cumpla con lo acordado, darle las gracias o felicitarlo.
Permitir que el adolescente participe a la hora de fijar normas: Aprenderá sobre negociación, así como se sentirá más obligado a cumplirlas.

Dar el ejemplo: En vez de gritar, pare y cuente hasta diez. Luego, háblele y enséñele a discutir de forma sosegada e inteligente.

Darle algún margen de decisión: En el momento de organizar las tareas, siéntese con su hijo/a y explíquele todas las tareas y decidan en conjunto cuáles serán sus responsabilidades.

Ser siempre justos: Hay que pensarlo muy bien antes de introducir nuevas reglas o cambiar una que ya exista, y explicar de forma sosegada el motivo del cambio.

Ser muy consistentes y firmes: Cuando el adolescente aprende que el padre no va a ceder, dejará de insistir. Si cedes, el adolescente cuestionará esta norma repetidas veces.
Ser fiel a tus principios: Es importante que nuestros hijos adolescentes aprendan a respetar nuestros valores. Explíqueles que todos somos distintos y hay que aprender a ser tolerantes.

¿ES POSIBLE LA DISCIPLINA EN LA ADOLESCENCIA?

La adolescencia es una etapa complicada, existen muchos cambios en nuestros hijos/as muchos de los cuales nos cuesta entender y abordar, es por esto que muchas veces nos sentimos a “prueba” como padres.

Uno de los temas más importantes en la crianza de nuestros hijos/as adolescentes, es promover disciplina e impartir normas y valores. Como padres, nos encontraremos en aprietos frente situaciones donde nuestros hijos/as nos pongan al “límite”, haciéndonos sentir confusos sobre cómo debemos actuar y qué consecuencias ellos deben asumir.
Es necesario tomar en consideración que si queremos ser una autoridad positiva, debemos ser consecuentes y sobre todo compartir con nuestra pareja las dediciones y los mensajes que les queremos dar a nuestros hijos/as.

Así mismo, si queremos ser respetados por nuestros hijos/as, debemos permanentemente replantear las pautas que establecemos y preguntarnos si son las más adecuadas para las situaciones y retos que nos presenta esta etapa.

Si bien debemos preocuparnos por el cariño, la comprensión, el respeto y el cuidado por su integridad psicofísica, también es fundamental que seamos lo suficientemente fuertes a la hora de poner límites, lo cual será finalmente reconocido por ellos, aunque no lo parezca en un primer momento.

Gran parte de las protestas y rebeliones, que demuestran los adolescentes, son una forma de llamar la atención. Lo que hacen es pedirnos apoyo y/o soporte frente a la gran cantidad de intensa incertidumbre por la que transcurren en estos momentos de su vida.

También, son intentos de ponerse a prueba ellos mismos y reafirmarse. Sin embargo es totalmente necesario que ellos, sean capaces de auto cuestionarse y cuestionar su entorno, para lograr el tránsito de adolescente a adulto con una personalidad lo suficientemente consolidada.

Es clave saber cómo manejar este tipo de actitudes, para lograr un equilibrio, que nos lleve a tomar decisiones sin una rigidez exagerada, pero tampoco sin ser extremadamente permisivos.

Un elemento imprescindible es tener claro el por qué o la causa, cuando debemos marcar pautas o poner límites, así como hacerles saber cuál ha sido el criterio que adoptamos para el “no” y que en ambas situaciones se apunta a beneficiarlo y protegerlo. Puede ocurrir que una pauta determinada sea duramente resistida, por ello siempre hay que replantear y considerar por qué motivo la establecimos.

Por ello hay que reconocer que la disciplina es una herramienta básica en la formación de una persona responsable y estable, así que es muy importante tener unas normas y límites bien definidos y exigir que todos los respeten.

miércoles, 3 de junio de 2009

ALGUNAS ORIENTACIONES CONCRETAS PARA EL LOGRO DE LA DISCIPLINA EN EL AULA

La disciplina no se entiende bien si se mira como una cuestión aislada. Ella es condición y también resultado, de una actividad escolar adecuadamente preparada y llevada. La disciplina se manifiesta, como bien se sabe, principalmente en la convivencia.

En cuanto a orientaciones prácticas conviene recordar que en la disciplina tiene gran influencia el ambiente del colegio y la preparación cuidadosa de las actividades. En estas bases se apoyan las indicaciones que van a continuación.

CONDICIONES AMBIENTALES
Con el fin de crear y mantener un ambiente positivo se deben tener en cuenta los siguientes elementos, que han de ser objeto de una atención permanente:


  1. Existencia de una normativa, conocida por todos los miembros del colegio sobre la convivencia y actividad colegial.
  2. Funcionalidad del edificio y las instalaciones.
  3. Limpieza.
  4. Decoración
  5. Orden de los elementos (mobiliario, utillaje, libros...)
  6. Orden de las personas (profesores, alumnos y otro personal).
  7. Conducta externa (trato y comportamiento):
  • En las clases.
  • En las oficinas.
  • En otros lugares.
  • Orden de las actividades:
  • Puntualidad.
  • Cuidado del material
  • Adecuación del trabajo a la programación establecida.
CONDICIONES PARA UNA ACTIVIDAD ORDENADA Y EFICAZ

  1. Tener una relación de objetivos comunes y otra de objetivos individuales para alcanzar en el curso.
  2. Tener dispuesta una relación de actividades que puede realizar cada estudiante. Hablar con ellos sobre estas actividades.
  3. Mantener una pequeña biblioteca en la clase, consistente de modo especial en enciclopedias y libros de referencia.
  4. Realizar la predicción lo más técnicamente posible, para señalar con claridad el nivel que cada estudiante debe alcanzar, de acuerdo con sus condiciones. Esta predicción se utiliza para valorar después los rendimientos en relación con las particularidades de cada estudiante.
  5. Programar cuidadosamente la actividad escolar y prepararla adecuadamente cada día.
  6. Debe intentarse que cada minuto de los estudiantes esté cubierto con actividades previstas.
  7. Asegurarse de que el material, especialmente las ayudas visuales, esté dispuesto para ser usado antes de que comiencen las clases.
  8. Presentar las finalidades y objetivos de cada clase, de suerte que todos los estudiantes los comprendan claramente.
  9. Hacer una clase variada. Dedicar algún tiempo a las palabras o conceptos claves cuyo significado debe ser aprendido al pie de la letra por los estudiantes. Todas y cada una de las clases deben terminar con la realización, por parte de los estudiantes, de una obra externa (composición escrita, dibujo, problemas resueltos, trabajos realizados...).
  10. Describir concretamente las actividades que deben realizarse fuera de las horas de clase.
  11. Controlarla según los trabajos hechos y tomar las medidas de comprobación que sean convenientes cuando se trate de actividades que implican leer solamente.
  12. Registrar el modo más completo posible los progresos de cada estudiante y prever con antelación el tiempo para atención individual.
  13. Dar la impresión de que los estudiantes de la clase cumplen generalmente bien.
  14. Organizar la ayuda de unos estudiantes a otros, bien sea en parejas, bien sea en grupos reducidos. Debe procurarse que todos los estudiantes den y reciban ayuda.Para la corrección de pruebas objetivas, en cargar a los propios estudiantes que corrijan sus propias hojas o las de sus compañeros bajo la supervisión del profesor.
  15. Guardar los ítems de los tests para que puedan ser utilizados otra vez.
    programar actividades que requieran el uso de libros existentes fuera de la clase. Por ejemplo, en la biblioteca del colegio, en bibliotecas exteriores al colegio, en la propia cada de los estudiantes.
  16. Mostrar, por parte del profesor, una actitud de ayuda y estímulo a cada estudiante.
  17. Estímulo y orientación para la realización de trabajos colectivos tales como carteles, preparación de visitas culturales, planificación de reuniones.
  18. Valoración justa de los trabajos de los estudiantes en relación con sus posibilidades, alabándoles siempre que sea posible.

PERTURBACIÓN DE LA DISCIPLINA
La disciplina debe surgir espontáneamente de un trabajo bien planeado y bien realizado. No obstante, han de prevenirse y estar dispuestos para corregir las manifestaciones negativas de la disciplina.


SITUACIONES DÍFICILES
Dentro de la vida colegial hay algunas situaciones que hacen menos fácil la disciplina. Entre estas situaciones se pueden señalar.

  • Los primeros días de curso
  • La primera parte del período que sigue a actividades excitantes, como fiestas, partidos de fútbol, etcétera.
  • Los primeros minutos de la clase.
  • El último período del día o de la sesión de trabajo (antes de la comida, por ejemplo).
  • Los viernes en general.
  • Las vísperas de acontecimientos extraordinarios.
  • El cambio de profesor.

ACTUACIONES DE PROFESOR QUE PUEDEN PERTURBAR LA DISCIPLINA

  • Sarcasmo
  • Falta de consideración hacia el alumno
  • Favoritismo
  • Exponer o airear en público los defectos de algún estudiante
  • Explicaciones poco claras para los escolares
  • Monotonía en el trabajo colegial
  • Desatención a las diferencias individuales
  • Gritos para acabar con el barullo de la clase
  • Imprecisión en el encargo de trabajos
  • Sobrestimar un solo tipo de evaluación (composiciones escritas, exámenes tradicionales o pruebas objetivas)
MANIFESTACIONES ESTUDIANTILES NEGATIVAS DE LA DISCIPLINA

  • Falta de puntualidad. Tardanza en ponerse a trabajar
  • Conversaciones perturbadoras
  • Gritos y riñas
  • Groserías. Insultos
  • Desorden. Desobediencia
  • Simulación. Fraude. Mentira
  • Hurtos

CORRECIÓN DE LA DISCIPLINA

Prácticas negativas: Debe evitarse usar los siguientes medios ante las faltas de los estudiantes

  • Castigo corporal
  • Imposición de tareas escolares como castigo
  • Apologías forzadas (escribir tantas veces...)
  • Observaciones sarcásticas
  • Apartamiento de la clase
  • Rebajar notas de rendimiento por conductas incorrecta

a autoridad no se impone, se conquista

  • Coherencia
  • Constancia
  • Mantenga ocupados a los alumnos
  • No privilegios
  • No actúe si tiene ira

Educar es estimar

¿Cómo ser una autoridad positiva?

A continuación se da un listado de acciones para tener en cuenta en cuanto a la demarcación de límites y normas con nuestros hijos/as:

1. OBJETIVOS CLAROS: De lo que pretendemos cuando educamos. Estos objetivos han de ser pocos, formulados y compartidos por la pareja, de tal manera que los dos se sientan comprometidos con el fin que persiguen.
Requieren tiempo para pensarlos, incluso papel y lápiz para precisarlos y no olvidarlos. Además, deben revisarse si sospechamos que los hemos olvidado o si han quedado desfasados por la edad del niño o las circunstancias familiares.

2.ENSEÑAR CON CLARIDAD COSAS CONCRETAS: El niño/a no va a entender las frases: “sé bueno”, “pórtate bien” o “come bien”. Estas instrucciones generales no le dicen nada. Lo que sí vale darle son instrucciones concretas y cariñosas de cómo se coge el tenedor y el cuchillo.

3. DAR TIEMPO DE APRENDIZAJE: Una vez que hemos dado las instrucciones concretas y claras, las primeras veces que las pone en práctica, necesita atención y apoyo mediante ayudas verbales y físicas, si es necesario. Son cosas nuevas para él y requieren un tiempo y una práctica guiada.

4.VALORAR SIEMPRE SUS INTENTOS Y SUS ESFUERZOS POR MEJORAR: Resaltando lo que hace bien y pasando por alto lo que hace mal. Lo que le sale mal no es por fastidiarnos, sino que está en proceso de aprendizaje. Al niño/a, como al adulto, le encanta tener éxito y que se lo reconozcan.

5.DAR EJEMPLO PARA TENER FUERZA MORAL Y PRESTIGIO: Sin coherencia entre palabras y hechos, jamás conseguiremos nada de nuestros hijos/as. Antes, al contrario, los confundiremos y defraudaremos. Un padre no puede pedir a su hijo/a que haga la cama si él no la hace nunca.

6.CONFIAR EN NUESTRO HIJO/A: La confianza es una de las palabras clave. La autoridad positiva supone que el niño/a tenga confianza en los padres. Es muy difícil que esto ocurra si el padre no da ejemplo de confianza en el hijo/a.

7. ACTUAR Y HUIR DE LO DISCURSOS: Una vez que el niño/a tiene claro cual ha de ser su actuación, es contraproducente invertir el tiempo en discursos para convencerlo. Los sermones tienen un valor de efectividad igual a 0. Una vez que el niño/a ya sabe qué ha de hacer, y no lo hace, actúe consecuentemente y aumentará su autoridad.

8. RECONOCER LOS ERRORES PROPIOS: Nadie es perfecto, los padres tampoco. El reconocimiento de un error por parte de los padres da seguridad y tranquilidad al niño/a y le anima a tomar decisiones aunque se puede equivocar, porque los errores no son fracasos, sino equivocaciones que nos dicen lo que debemos evitar. Los errores enseñan cuando hay espíritu de superación en la familia.

Todas estas recomendaciones pueden ser muy válidas para tener autoridad positiva o totalmente ineficaz e incluso negativa. Todo depende de dos factores, que si son importantes en cualquier actuación humana, en relación con los hijos/as son absolutamente imprescindibles: amor y sentido común.

Educar es estimar, decía Alexander Gati. El amor hace que las técnica
s no conviertan la relación en algo frío, rígido e inflexible y, por lo tanto, superficial y sin valor a largo plazo. El amor supone tomar decisiones que a veces son dolorosas, a corto plazo, para los padres y para los hijos/as, pero que después son valoradas de tal manera que dejan un buen sabor de boca y un bienestar interior en los hijos/as y en los padres.

El sentido común es lo que hace que se aplique la técnica adecuada en el momento preciso y con la intensidad apropiada, en función al niño/a, al adulto y a la situación en concreto. El sentido común nos dice que no debemos matar moscas a cañonazos ni leones con hondas. Un adulto debe tener sentido común para saber si tiene delante una mosca o un león. Si en algún momento tiene dudas, debe buscar ayuda para tener las ideas claras antes de actuar.



¿Cuáles son los errores más frecuentes que padres y madres cometemos cuando interaccionamos con nuestros hijos/as?

Antes de que siga leyendo, quiero advertirle que, posiblemente, usted, como todos, en alguna ocasión ha cometido cada uno de los errores que se describen a continuación.

No se preocupe por ello. No es un desastre. Es lo adecuado en cualquier persona que intenta educar TODOS LOS DÍAS.

La parte positiva es que quiere decir que intenta educar, lo cual ya es mucho. En educación lo que deja huella en el niño/a no es lo que se hace alguna vez, sino lo que se hace continuamente. Lo importante es que, tras un periodo de reflexión, los padres consideren, en cada caso, las actuaciones que pueden ser más negativas para la educación de sus hijos/as, y traten de ponerles remedio.

Estos son los principales errores que, con más frecuencia, debilitan y disminuyen la autoridad de los padres.


1. LA PERMISIVIDAD: Es imposible educar sin intervenir. El niño/a, cuando nace, no tiene conciencia de lo que es bueno ni de lo que es malo. No sabe si se puede rayar en las paredes o no. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. El dejar que se ponga de pie encima del sofá porque es pequeño/a, por miedo a frustrarlo o por comodidad es el principio de una mala educación. Un hijo que hace travesuras sin obtener ningún tipo de corrección, piensa que es porque su padre no lo estima ni lo valora. Los niños necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.

2.CEDER DESPUÉS DE DECIR NO: Una vez que usted se ha decidido a actuar, la primera regla de oro a respetar es “No”. El “No” es innegociable. Nunca se puede negociar el “No”, y perdone que insista, pero es el error más frecuente y que más daño hace a los niños/as. Cuando usted vaya a decir “No” a su hijo/a, piénselo bien, porque no hay marcha atrás. Si usted le ha dicho a su hijo/a que hoy no verá la televisión, porque ayer estuvo más tiempo del que debía y no hizo los deberes, su hijo no puede ver la televisión aunque le pida de rodillas y por favor con cara suplicante, llena de pena, otra oportunidad. Hay niños/as tan entrenados en esta parodia que podrían enseñar mucho a las estrellas del cine y del teatro.
En cambio, el “Sí”, sí se puede negociar. Si usted piensa que el niño puede ver la televisión esa tarde, negocie con él qué programa y cuánto rato.


3. EL AUTORITARISMO: Es el otro extremo del mismo palo que la permisividad. Es intentar que el niño/a haga todo lo que el padre quiere anulándole su personalidad. El autoritarismo sólo persigue la obediencia por la obediencia. Su objetivo no es una persona equilibrada y con capacidad de autodominio, sino hacer una persona sumisa, esclavo sin iniciativa, que haga todo lo que dice el adulto. Es tan negativo para la educación como la permisividad.

4. FALTA DE COHERENCIA: Ya hemos dicho que los niños/as han de tener referentes de límites estables. Las reacciones del padre/madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la importancia que se da a los hechos. Si hoy está mal rayar en la pared, mañana también.
Igualmente es fundamental la coherencia entre el padre y la madre si el padre le dice a su hijo/a que se ha de comer con los cubiertos, la madre le ha de apoyar, y viceversa. No debe caer en la trampa de: “Déjalo que coma como quiera, lo importante es que coma”.

5. PERDER LOS ESTRIBOS: A veces es difícil no perderlos. De hecho todo educador sincero reconoce haberlos perdido alguna vez en mayor o menor medida. Perder los estribos supone un abuso de la fuerza que conlleva una humillación y un deterioro de la autoestima para el niño. Además, a todo se acostumbra uno. El niño/a también puede acostumbrarse a los gritos, a los que cada vez hará menos caso: “Perro que ladra, no muerde”. Al final, para que el niño/a haga caso, habrá que gritar tanto que ninguna garganta humana estará concebida para alcanzar la potencia de grito necesaria para que el niño/a reaccione.
Gritar conlleva un gran peligro inherente. Cuando los gritos no dan resultado, la ira del adulto puede pasar fácilmente al insulto, la humillación e incluso los malos tratos psíquicos y físicos, lo cual es inadecuado. Nunca debemos llegar a este extremo. Si los padres se sienten desbordados, deben pedir ayuda: tutores, psicólogos, escuela de padres.

6. NO CUMPLIR LAS PROMESAS NI AMENAZAS: El niño/a aprende muy pronto que a más promesa o amenaza no cumplida hay menos autoridad. Las promesas y amenazas deben ser realistas, es decir, fáciles de aplicar. Un día sin tele o sin salir, es posible, un mes es imposible.

7. NO NEGOCIAR: Nunca implica rigidez e inflexibilidad. Supone autoritarismo y abuso de poder y, por lo tanto, incomunicación. Un camino ideal para que en la adolescencia se rompan las relaciones entre los padres y los hijos/as.

8. NO ESCUCHAR: Muchos padres se quejan de que sus hijos/as no los escuchan. Y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos/as. Los han juzgado o evaluado y les han dicho lo que tenía que hacer, pero escuchar nunca.

9. EXIGIR ÉXITOS INMEDIATOS: Con frecuencia, los padres tienen poca paciencia con sus hijos/as. Quieren que sean los mejores, ya. Olvidan que nadie ha nacido sabiendo y que todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondientes errores. Esto que admiten en los demás no pueden soportarlo cuando se trata de sus hijos/as, en los que solo ven las cosas negativas y que, lógicamente, para que el niño/a “aprenda” se las repiten una y otra vez.

Ahora que sabemos lo que tenemos que evitar, solo necesitamos por un lado, el convencimiento - muy importante - de que no son adecuados y, por otro, tratar de evitar su práctica de manera constante y coherente.