miércoles, 8 de julio de 2009

MANEJANDO EL SINDROME DE ASPERGER

Muchos niños/as con el síndrome de Asperger tienen dificultad de entender interacciones sociales, incluyendo gestos no verbales. Pueden fallar en desarrollar relaciones con sus compañeros apropiadas para su edad, o pueden ser incapaces de compartir intereses o demostrar empatía. Cuando son enfrentados por los cambios en rutina de la escuela, pueden demostrar ansiedad visible, retirarse en silencio o explotar en un ataque de rabia. Aunque a menudo los estudiantes con el síndrome de Asperger pueden parecer tener un vocabulario amplio, sonando a veces como los “pequeños profesores,” pueden ser muy literales y tener gran dificultad para usar lenguaje en un contexto social. A ellos les puede gustar la escuela, pero desean que los otros niños no estén allí.

Estrategias para el aula:

- Cree un ambiente estructurado, fiable y tranquilo.
- Fomente un clima de tolerancia y de entendimiento en el salón de clase. Considere el asignar un compañero para que ayude al estudiante a participar en actividades del grupo y socializar.
- Disfrute y haga uso de las habilidades verbales e intelectuales del estudiante. Las fijaciones pueden ser utilizadas haciendo su tema elegido el centro de la enseñanza y de usar la habilidad del estudiante para aumentar el interés y respeto de los compañeros de clase (considere que el estudiante dé un informe o haga un modelo de su tema preferido para compartir con la clase).
- Use la enseñanza directa para aumentar comportamientos socialmente aceptables, saludos y respuestas previstas y habilidades de la interacción del grupo. Demuestre el impacto de las palabras y de las acciones a otras personas durante interacciones de la vida real y aumente el conocimiento de las emociones, del lenguaje del cuerpo, etc.
- Cree una manera estándar de presentar el cambio antes del acontecimiento. Una frase dominante como “hoy será diferente” puede ser provechosa si se utiliza constantemente. Usted puede explicar los cambios—por ejemplo, un profesor substituto—en privado así como con la clase.
- Aprenda las causas normales y las señales de peligro de un ataque o de una “crisis” de rabia e intervenga temprano, antes de que se pierda el control. Ayude a su estudiante a aprender las habilidades de calmarse así mismo y de manejarse así mismo. Para reducir el estrés permanezca tranquilo y no critique al estudiante, recuerde que para el estudiante es difícil reaccionar como lo hacen otros niños.

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