jueves, 19 de agosto de 2010

DANZA MOVIMIENTO TERAPIA: UNA ALTERNATIVA PSICOTERAPEUTICA

Fundamento de la Danza Movimiento Terapia
La Danza Movimiento Terapia (DMT) es una especialidad que utiliza el movimiento y la danza como un proceso para promover la integración emocional, cognitiva, física y social del individuo. Es decir, utiliza el movimiento espontáneo o cualquier aspecto de la danza con el propósito de iniciar y continuar un proceso de integración psicofísica o como parte de un proceso psicoterapéutico.
La danza movimiento terapia propone que el movimiento refleja estados emocionales internos. Por lo tanto, los cambios en la postura o patrones de movimiento pueden conducir a cambios en la psique promoviendo la salud física y emocional.
La danza movimiento terapia es la posibilidad de trasformar lo dado, de crear una respuesta a situaciones nuevas y de crear una nueva respuesta a situaciones viejas. Esta técnica promueve la actitud activa de los participantes, transforma a éstos en protagonistas de su propia curación y le da herramientas para continuar y planificar sus vidas.

Ámbitos de aplicación de la Danza Movimiento Terapia
Los ámbitos de aplicación pueden ser varios. La danza movimiento terapia trabaja con: niños, adolescentes, adultos y adultos mayores; con o sin psicopatologías, con o sin discapacidad.
Teniendo en cuenta la población con la que se trabaje se elegirá una u otra forma de brindar cierta estructura en las sesiones, objetivos más o menos abstractos, formas de expresión más complejas y subjetivas, o se optará por trabajar de forma individual o grupal o la combinación de ambas.
También la DMT puede introducirse como medio preventivo de actuación.

El rol profesional del Danza/Movimiento Terapeuta
El danzaterapeuta no es el que enseña movimientos, rutinas coreográficas o pasos de baile, sino quien acompaña al individuo a través del movimiento y con ello descubren juntos procesos de comunicación, patrones de conducta, mecanismos de defensa, se abre a un mundo de posibilidades para el individuo hacia un crecimiento integral, ya que a través de su propio cuerpo y movimiento se descubre a sí mismo y tiene una oportunidad de transformar o descubrir, abriendo un canal de comunicación interno y también hacia los demás.
Su función es abrir canales de comunicación para facilitar la expresión de la persona a través de la danza, el movimiento libre y espontáneo, la música, el silencio, el juego, la escritura, el dibujo, la palabra, el humor y los objetos transicionales.
Ser danzaterapeuta requiere poner el cuerpo, el afecto, la mirada reflexiva, el permiso a la fantasía y la capacidad de juego.

Lic. Jesica Kuwae
(Psicóloga Infantil y Danzaterapeuta)
Basado en los escritos de Graciela Vella

martes, 27 de julio de 2010

“El aprendizaje en lo cotidiano: aprender como jugando"

Muchos padres de familia saben que no basta con que el niño esté en el mejor colegio, que tenga profesores particulares, que estemos detrás de ellos todo el día. Con la multiplicación de distractores como las computadoras, los celulares, la televisión por cable, los niños y adolescentes cada vez tienen menos tiempo para el estudio, y tienen mayores dificultades para organizarse.

Con el taller “El aprendizaje en lo cotidiano: aprender como jugando” Instituto Daedalos busca acercar las herramientas necesarias a los padres de familia y educadores interesados, para poder manejar las situaciones difíciles que se presentan en los hábitos de estudio de su hijo.

Presentado por : Psicóloga Psicoterapeuta Rosa Ynami Yagui
Fecha : Jueves 19 de Agosto
Horario : 7:30 p.m. a 9:00 p.m.
Dirigido a : Padres de familia, profesores, educadores
Lugar : Calle Nueve 1008 Córpac, San Isidro (Alt. Cdra. 6 de Av. Guardia Civil)
Inversión : S/. 30.00 Nuevos Soles por persona.
Para parejas (2 personas inscritas) 10% de descuento

Vacantes limitadas

Puede realizar sus pagos en el Banco de Crédito:
Cuenta corriente en soles: 193-1559367-0-80
Código Interbancario: 002-193-00155936708-0-13

sábado, 10 de julio de 2010

RECURSOS CORPORALES CUANDO LAS PALABRAS NO ALCANZAN

El Instituto DAEDALOS se enorgullece al auspiciar a la coach argentina:



Andrea Gregoris Kamenszein

Newfield Network Certified Coach, USA
Danzaterapeuta. Lic. en Ciencias de la Comunicaciones, UBA
Coach a cargo de corporalidad y emociones en GL

En su única presentación en Lima sobre coaching y danza terapia de movimiento.

Danza terapia de movimiento:
• Cruza y articula la danza y la psicoterapia.
• Se apunta al movimiento como modo de crecimiento personal o con fines terapéuticos.
• Explora nuevas posibilidades individuales de movimiento.
• Aprendizaje desde el cuerpo

Beneficios de la danza movimiento terapia:
• Danzar la propia danza
• Energizarse a través del movimiento
• Inspirarse con la música
• Recargar las pilas
• Encontrarse con el otro
• Sentirse integrado
• Encontrar respuestas desde el movimiento
• Expandir el darse cuenta
• Más autoconfianza
• Placer al danzar
• Sentirse conectado
• Actitud positiva
• Transitar la calma, lo suave o mover lo enérgico y activo
• Explorar el saber enfocarse

Fecha: Martes 20 de Julio
Horario: de 5:30 a 9:00 p.m.
Dirigido a: Profesionales
Inversión: $. 120.00 dólares americanos o S/.360.00 nuevos soles
Teléfono: 997-721-847
Números de cuentas:
Cuenta de ahorros en dólares BCP: 193-13579625-1-91
BCP dólares Interbancario: 002-193-1135796259-1-19
Cuenta corriente en soles BCP: 193-1559367-0-80
BCP soles Interbancario: 002-193-00155936708-0-13

martes, 22 de junio de 2010

La vida del adulto mayor después de la viudez


El proceso de duelo se inicia inmediatamente después o en los meses siguientes a la muerte de un ser querido. El período de tiempo o de duración varía de persona en persona y varía dependiendo del grado de impacto en el momento de la pérdida, por la personalidad del individuo, y por los recuerdos internos y externos que se posean de la persona fallecida. Además de estar determinado por la identidad y el rol de la persona fallecida, por la edad y sexo de la persona que sufrió la pérdida, por las causas y circunstancias en que esta ocurrió, y por las circunstancias sociales y psicológicas que afectan al sobreviviente.

En la adultez mayor, es importante tener en cuenta que las reacciones del duelo serán más sostenidas en el tiempo debido a que el anciano tiene más dificultades para adaptarse a los cambios. La pérdida es el tema predominante en la vida emocional del adulto mayor. Para ellos la muerte no solo le pone término a la vida, sino que ahora está más presente que nunca. El duelo en el adulto mayor es similar al del niño, debido a que en la senectud se produce una vuelta a la dependencia.

Bowlby plantea que esa actitud de búsqueda o vuelta a la dependencia, se debe a la expresión de la respuesta instintiva a la separación que observamos en la infancia. Este impulso no solo se provoca cuando perdemos a la figura de apego más importante en cualquier etapa de la vida, sino que es específico de los seres humanos. Esto produce una disminución de la capacidad para el duelo. La dependencia que presenta el adulto mayor lo lleva a desarrollar conductas adaptativas a la pérdida. También necesitan un sustituto que les brinde seguridad, ya que la pérdida de la persona querida amenaza esta seguridad. No obstante, en otros casos, no parece haber un intento de búsqueda de sustituto, presentándose conductas autodestructivas, en un aparente intento de reunión con la persona perdida, sin mostrar signos de dolor por esta pérdida. El adulto mayor en condición de dependencia, parecería estar más preparado para su propia muerte que la del objeto de su dependencia.

Ahora bien, la viudez en esta etapa está acompañada de la soledad, entendida como la crisis que se produce por la pérdida de personas queridas. Esta es una de las experiencias más duras a las cuales se ve enfrentado el adulto mayor, el hecho de perder al ser con quien ha compartido una larga etapa de su vida. Es importante el papel que juegan los hijos en esta situación, ya que son ellos quienes deben tratar de aliviar esta soledad.

Durante el primer año de condolencia o duelo, el cónyuge puede estar deprimido, angustiado y hasta tener reacciones fóbicas. Otro punto importante a destacar es el hecho de que debido a que el ciclo de la vida de los hombres es más corto, y estos suelen ser mayores que sus esposas, la situación de viudez es más normal entre las mujeres mayores. Lo cual acarrea una serie de conflictos, no sólo por la muerte del cónyuge sino además por el hecho de tener que enfrentar ahora la vida sola.

Las mujeres viudas aprenden a funcionar en su propia casa sin la presencia de su marido. Ellas además enfrentan numerosos estresores que desafían los recursos adaptativos. También tiene fuertes fluctuaciones en sus recursos financieros. La mayoría de las mujeres siente que la pérdida del esposo es una pérdida de apoyo emocional.

Por su parte los hombres viudos, tienden a sufrir de intensa depresión luego de la muerte de sus esposas, lo cual se traduce en la búsqueda rápida de una nueva pareja para casarse. La persona viuda, entonces, debe reconstruir una identidad cuyo elemento esencial pudo haber sido la persona casada durante la mayor parte de su vida adulta.

Como una manera de tratar el proceso de duelo normal desde la terapia se debe fomentar el deporte así como también el establecer una nuevas relaciones y realizar otras actividades ajenas a lo cotidiano.

domingo, 16 de mayo de 2010

CUANDO SUS HIJOS TENGAN UN PROBLEMA, ¿A QUIÉN QUISIERA QUE RECURRAN PRIMERO?

Cuando usted está con sus hijos y algo o alguien lo perturba, ¿les cuenta cómo se siente? ¿No? ¿Por qué? ¿Alguna vez habla con sus hijos adolescentes sobre lo preocupado que está por una decisión que tiene que tomar? ¿Sí? ¡Muy bien! ¿No? ¿Y cuál es la razón que le impide hacerlo?
¿Cómo pretender que los hijos hablen con los padres sobre los sentimientos que los afligen y los problemas si son los mismos padres los que no hablan sobre sus propias dificultades en frente de sus hijos?
Las investigaciones afirman que los padres son el modelo de conducta más importante en la vida de los niños. En lo que respecta a la comunicación entre padres e hijos, la mayoría de los padres, no usa esta influencia de manera eficaz. Muy pocos padres son conscientes que admitir sus propias vulnerabilidades y debilidades ante sus hijos podría ser visto por un niño o un adolescente como un símbolo de la fortaleza de sus padres. La mayoría de los padres siente que, ante sus hijos pequeños o adolescentes, siempre debe lucir fuerte, tener razón y no tener ansiedades.
Con el tiempo, los jóvenes ven esta “fachada” o “máscara” como lo que realmente es: el encubrimiento de temores y debilidades. Más importante aún es que, a los ojos de un adolescente, esa actitud es vista como falsa y mentirosa. Cuando estos jóvenes necesitan padres emocionalmente fuertes, resistentes y genuinos en quienes confiar y con quienes desarrollarse y madurar, sienten que es justamente con ese tipo de padres con quien no pueden contar.
Esta es una de las razones por las que muchos adolescentes se sienten perdidos o deprimidos, y es entonces cuando recurren a sus pares o a las drogas.
Los padres deben hablar con sus hijos jóvenes, especialmente con los adolescentes, sobre las características particulares de cada uno: cada persona tiene sus propios temores, debilidades y vulnerabilidades. Y cada persona también tiene sus fortalezas.
El hecho de que una persona sea consciente de sus preocupaciones, sus angustias y sus temores, y sea capaz de hablar acerca de ello, es una fortaleza. Tener este tipo de sentimientos no es una debilidad. Todas las personas los tienen. La verdadera debilidad es no ser capaz de hablar abierta y honestamente sobre ellos.

domingo, 9 de mayo de 2010

¿POR QUÉ LOS PADRES NO COMPRENDEMOS A LOS ADOLESCENTES?

Porque somos celosos

¿Cómo aceptar ver a tu propio hijo convertirse en un seductor y tener vida sexual?
“Cuando decimos que los adolescentes tienen comportamientos extraños,” expone Serge Hefez, psiquiatra y psicoanalista, “hablamos de nosotros mismos, de nuestro miedo a envejecer, de nuestra angustia a la separación de estos futuros adultos”. Y este miedo se expresa a través de los juicios negativos y de los rechazos violentos de los adolescentes, esto es lo que Philippe Gutton, psiquiatra, psicoanalista y director de la revista trimestral Adolescente, no duda en llamar “la provocación adulta”.
Si se añade una demanda excesiva a los adolescentes para que estén en forma, para que se interesen por todo, para que no se pongan furiosos, para que sean competentes en la escuela – en resumen, para que correspondan plenamente con las expectativas de los adultos, sin dejar lugar a la expresión creciente de su individualidad y de su individuación -, el conflicto y la incomprensión siempre aparecen.
Yasmin, de 19 años, es un buen ejemplo: “Mis padres están divorciados. Hasta cuarto año de secundaria, todo fue poco más o menos bien, normal. Mi madrastra era más bien “buena”. Y después crecí muy rápido. En un año, llegué a tener una talla de 1.75 metros y un pecho impresionante. Ante esto, su actitud cambió completamente. Se volvió agresiva, hacía comentarios sobre mi forma de vestir, mis amigos… Mi padre no se metía mucho. No lo soporté, no quise ir más a su casa los fines de semana. Y naturalmente, las broncas terribles con mi madre fueron algo habitual. Por eso, me refugié en mi mundo. Me encerré en mi habitación, no les quise hablar más, y en el cole fue una caída en picada”
La irrupción de la “genitalidad” (la sexualidad) dentro del cuerpo y el psiquismo de los niños provoca una profunda modificación en el hogar de los padres. “Nadie puede librarse de este cambio radical en las relaciones, consciente o inconscientemente”, comenta Gutton.
Toda la ambivalencia de las actitudes adultas se encuentra ahí: en el deseo de conservar al adolescente en su status de niño.
Porque los adolescentes hacen todo por no tener compromisos y responsabilidades
Para los jóvenes, la adolescencia es la etapa de la creación de la identidad, diferente de la de los padres. La aparición de esta nueva persona en el seno de la familia se parece a la llegada de un extraño que se impone sin haber sido invitado: “el otro” surge de repente.
Es aquí cuando se imponen las conductas extrañas, aparecen nuevos comportamientos en la indumentaria o en el peinado, se muestra desagradable, se siente mal, fuma, se ríe de forma burlona continuamente, escucha la música muy alta. Son tantas provocaciones juntas para el adulto, que éste puede verlas como una cancelación de su autoridad y de sí mismo.
Aquí también el lenguaje o la forma de expresarse del adolescente entra en juego, ya que “incapaz de usar palabras sobre lo que siente, el adolescente tiende a contemporizar, desfigurando el sentido de la palabra que emplea”, explica Gutton. “Pero, el adulto tiende a la significación literal y léxica de las palabras que escucha”, entonces, se instala el “malentendido”.
Laura, de 16 años, bromeando: “Adoro hablar por teléfono a toda prisa, utilizando la jerga típica de mis amigos sobretodo delante de mis padres. Es muy paja, así los molesto.”
Julieta, de 14 años, no soporta tener que hablar con el “estilo antiguo” de su familia: “Me gusta hablar de forma normal, como nosotros. Pero cuando le digo a mi madre: ‘¡Qué “serio” te queda ese vestido!’, mi papá me corrige: ‘¡Habla bien!’ Grita. El muy tonto…’”
La paradoja está ahí: los adolescentes hacen pruebas, ensayan, buscan, progresan dando brincos para adelante y para atrás, se transforman al hacerse opacos, misteriosos, buscando referencia en territorios desconocidos para los adultos. Pero, es precisamente a través de esta incomprensión deseada, de esta provocación con la que ellos buscan la prueba de su existencia.
Pues se trata de obtener una respuesta, una reacción, una resistencia, que permita verificar que el cambio está en camino.
Y al encontrar las llaves a la incomprensión que ellos mismos experimentan en su propia persona, esta transformación se convierte en fuente de interrogantes, de un sentimiento de “extrañeza familiar”.
Porque los adolescentes se forman con la incomprensión de sus padres
Ya no se trata de que los adultos se acerquen, de que tengan una “comprensión” eterna con los adolescentes. Ya no se trata de que el adolescente cuaje su conducta en un marco rígido. Es todo lo contrario, se trata de descubrir terrenos de encuentro, de intercambio.
¿Cómo hacer para dar al joven el apoyo del que tiene necesidad, ofreciéndole la posibilidad de los intercambios necesarios en la conquista de la individualidad (pasar de estar en la familia a estar fuera de ella)? ¿Cómo no “dejarlo fuera, ni tenerlo encerrado”?¿Cómo ofrecerle también flexibilidad para que esta importante transformación de la “pubertad” se lleve a cabo?

No se acaba de dar una respuesta concluyente. Pero, los especialistas plantean toda una condición previa: los adultos deben salir de la fusión de no proyectarse en sus adolescentes, de encontrar la distancia apropiada (ni mucha, ni poca) y no sentirse al mismo tiempo la causa de todas sus dificultades. Éstas son por un lado inevitables y necesarias. Son parte del aprendizaje. Los adolescentes son seres que huyen de los adultos. Es normal y deseable.
El adulto debe mostrarse abierto a la discusión sobre un tema de actualidad, por ejemplo, o sobre la expresión de rebeldía ante la autoridad escolar. Los adolescentes atienden a los adultos que les hablan de estas cosas: de política, de sus propios recuerdos de juventud… A partir de este momento, el joven está al corriente de un lenguaje que favorece la relación.
Un adolescente que habla de los problemas de la sociedad, de la actualidad, que busca la discusión – incluso si lleva al enfrentamiento – es un adolescente que va por el buen camino. Porque la adolescencia es también este periodo magnífico de la vida al que todos llegamos por primera vez, el de la mirada nueva al mundo, donde todo es posible, el de la pureza de los sentimientos (de los sentidos que aún no han sido erosionados por los años), el de sensaciones fuertes y también de la soltura.

domingo, 2 de mayo de 2010

Nuevos Transtornos por Sobreestimulación en niños

Niños en edad de guardería que sólo balbucean frases de dos palabras.

Escolares de primaria que no pueden concentrarse para hacer las tareas más simples: hoy en día hay que hacer frente a estos nuevos “trastornos crónicos”.


Interesante artículo chileno nos informa sobre un tipo de nuevo trastorno que padres, educadores y profesionales de la salud vemos cada vez más en nuestro medio.

“Estamos experimentando cómo en los niños va en aumento el déficit de desarrollo y los comportamientos alterados a consecuencia de una creciente sobreestimulación a través del ordenador y la televisión, donde al mismo tiempo se observa un apoyo familiar pobre, que entorpece persistentemente el desarrollo social e intelectual. Tenemos que tratar estos nuevos trastornos infantiles con nuevos conceptos terapéuticos, de lo contrario vamos a perder una generación completa,” dice Thomas Fischbach, presidente de Pediatría.

Según el doctor Antonio Pizzulli, “sobre todo se trata de niños de familias discriminadas socioeconómicamente y por falta de formación. Estos niños no es que estén menos dotados que otros desde su nacimiento, sino que su déficit de desarrollo se debe a un apoyo pobre tanto dentro como fuera de la familia.” La falta de propuestas y al mismo tiempo el “apalancamiento” delante del ordenador, la playstation y el televisor lesionan el cuerpo, la mente y la psique de estos niños y causan los nuevos trastornos infantiles.

Ya el 35% de todos los niños entre 8 y 12 años utilizan Internet. Este de por sí desarrollo positivo conlleva ciertos peligros: tanto los chicos como las chicas tienen acceso a lo que ofrece Internet de forma incontrolada; se enfrentan a imágenes que no pueden asimilar.

Por desgracia, la mayoría de los niños también pasan demasiado tiempo delante de la televisión. Los niños de 3 a 5 años pasan una media de 76 minutos al día delante de la pantalla del televisor, los niños de 10 a 13 años unos 113 minutos. Un papel importante lo juega el acceso al televisor. Así, los niños – sobre todo los adolescentes – con aparato propio ven más tele que aquellos que no poseen uno. En estos momentos, uno de cada tres niños con una edad de entre 6 a 13 años dispone de un televisor propio – tendencia que va en aumento, como ha puesto de manifiesto la Unión para la Investigación de Medios Pedagógicos Südwest.

El consumo de tele excede en muchos niños la capacidad de asimilar todas las impresiones, los estímulos y las cargas emocionales que recibe la psique. Las consecuencias son obvias: los niños en edad escolar “zapean” en clase como con la programación de la tele, porque los medios suministran las informaciones en secuencias cortas y los niños se acostumbran al cambio rápido de imágenes.


Los profesores y las profesoras constatan con preocupación que muchos niños tras el fin de semana o los días de vacaciones se sientan en las aulas totalmente agotados y sin capacidad de concentración y apenas pueden seguir la clase. “Esta evolución que produce preocupación se confirma científicamente: por término medio, los niños ven mucha tele durante el fin de semana.
El momento álgido del uso que hacen de la televisión se encuentra entre las 18:45 y las 20 horas. Los viernes a las 21:45, aún uno de cada cinco niños se encuentra delante del televisor, los sábados a las 22:45, son por lo menos un diez por ciento de los niños.

Las escenas de violencia y terror que se enseñan en muchas películas pueden desencadenar comportamientos alterados y, en el peor de los casos, incluso reducir la capacidad para frenar la disposición a usar la violencia. Incluso en películas supuestamente para niños pueden aparecer escenas cuya idoneidad para los pequeños teleespectadores puede ser muy dudosa. La muerte de un animal en un telefilme puede ser en cierta forma más triste y abrumador para un niño que el reportaje de una catástrofe natural con numerosas víctimas.

EL USO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: EVITAR LAS CARGAS PSÍQUICAS

Las escuelas y las guarderías no pueden igualar este déficit, pero tampoco, unas medidas terapéuticas como la “ergoterapia” o la “logopedia” tampoco pueden compensar un desarrollo deficitario causado por una crianza pobre.

Los padres deberían ocuparse en serio de los peligros de la sobreestimulación. Cuando en el tiempo libre hacen muchas cosas con sus hijos y les muestran su atención y cariño, potencian en cualquier caso su salud psíquica.

El uso del ordenador y la televisión deberían completar sólo de forma sensata el desarrollo de los niños y no acaparar por completo su tiempo libre. Los padres pueden ser un buen modelo en este contexto y enseñar a sus hijos un manejo consciente de los medios.

Además, es importante que al final de una emisión televisiva los niños puedan conversar con los adultos sobre el contenido. Estos pueden aclarar escenas con carga emocional, tranquilizar y consolar. A menudo, es suficiente con escuchar con atención cuando los niños cuentan lo que han visto.

domingo, 25 de abril de 2010

DEPRESIÓN Y ADOLESCENCIA: INQUIETANTE COMBINACIÓN



Hoy en día el 90% de todos los suicidios se atribuyen a trastornos psíquicos, la mayoría de ellos como consecuencia de una depresión. Por esta razón, hay que buscar información de este trastorno sobre los adolescentes.

La depresión es un trastorno que, en ocasiones, pone en peligro la vida y va acompañada de una carga de sufrimiento más grande que en la mayoría de otros trastornos. Para muchos de los afectados, el estado es tan insoportable que desean dormirse para no despertar más. Por su desesperación no es raro que lleguen a pensamientos en los que se encuentra el quitarse la vida. Esto también se puede aplicar a los adolescentes.
Sobre la depresión en adolescentes, Klaus Jost del centro de orientación psicológica para padres, niños y jóvenes en Offenbach escribe: “El número de intentos de suicidio en personas jóvenes aumenta. Llegan al suicidio de diez a veinte veces más. Esta cifra tenebrosa es alta. Muchos de los intentos de suicidio no son reconocidos como tales. Sin embargo, se producen gritos de auxilio a tomar muy en serio. Estos niños y adolescentes no quieren morir realmente. Simplemente no ven otro camino para llamar la atención sobre su penuria y desesperación personal. Los componentes importantes en el suicidio son el estado de ánimo depresivo unido a la falta de esperanza y de salida”.
Los jóvenes que no sienten que su vida tiene sentido dan numerosas indicaciones a través de señales, amenazas, imágenes, cartas de despedida, medidas concretas preparadas de antemano, sueños y fantasías de autodestrucción, reclusión. Los comportamientos desadaptativos son frecuentes, pues, si las circunstancias lo requieren, los jóvenes proceden de una forma totalmente diferente a lo usual.
Ahora bien, en un sentido coloquial, todo el mundo ha tenido depresión alguna vez. Los especialistas lo llaman “disonancia depresiva”, y es propia de la vida al igual que los sentimientos de felicidad o “el cosquilleo en el estómago”. Es importante diferenciar entre la disonancia depresiva y la depresión que necesita tratamiento, pues si no se encuentra, no se tomará en serio el sufrimiento de una persona con trastorno depresivo.
Al menos el 10% de todos los jóvenes han vivido uno o más episodios depresivos dignos de tomar en serio hasta que entran en la edad adulta. Jost aclara que la presencia al mismo tiempo de otros trastornos junto a la depresión es un problema general para el diagnóstico y la terapia de los trastornos depresivos en la edad adolescente.
Antes de realizar un diagnóstico de “episodio depresivo”, tiene que estar claro que no existen ninguna enfermedad física y ningún consumo de drogas o de medicamentos, más aún, que la disonancia depresiva no muestra ninguna reacción a la muerte de una persona cercana. “Los niños y adolescentes con ligeros trastornos depresivos aún atienden las actividades escolares y sociales en su mayor parte. Con trastornos depresivos graves se unen una considerable pérdida de autoestima así como unos sentimientos pronunciados de falta de valor y culpabilidad personales. Los síntomas físicos pero también los pensamientos y los preparativos de suicidio son corrientes. Los niños y los adolescentes afectados ya no pueden hacer frente la vida cotidiana.
La depresión en los adolescentes va acompañada a menudo de una conducta agresiva-disocial, falta de atención y trastornos del miedo (a las separaciones, a la oscuridad), consumo de drogas y alcohol, trastornos alimenticios y/o fobia social.
¿Cómo se protege a los adolescentes de los trastornos depresivos? Para la organización y desarrollo de planteamientos de prevención son importantes los siguientes aspectos de protección:
• Estructuras familiares protectoras en situaciones graves.
• Relaciones familiares seguras como condición previa de una autoconfianza estable del adolescente.
• Aceptación, tolerancia y apoyo en el grupo de personas de la misma edad (espacio importante para probarse a sí mismo y desarrollar cualidades como la competencia social, la autoafirmación y la capacidad de autoafirmarse).
• Aprendizaje de estrategias para la solución de problemas y sensación de soledad.

Incluso después de realizar con éxito un tratamiento, los niños y jóvenes con depresión presentan un alto riesgo de recaída. Por lo que, por un lado, se recomienda un asesoramiento adicional a largo plazo del afectado.

¿Qué pueden hacer los padres, profesores, amigos, compañeros de clase y parientes, cuando tienen la sensación de que una joven o un joven se recluye, no se interesa por nada, reacciona por lo general con apatía y sin entusiasmo, muestra síntomas de desesperación, es “totalmente otra persona” a lo que era?

Lo más importante es dirigirse a ellos, interesarse por ellos, por sus intereses, por sus preocupaciones y cosas que les agobian, tomarlos en serio, preocuparse por ellos, en el verdadero sentido de la palabra, apoyarlos en seguida en todas aquellas cosas que, si es posible, aún les aporten alegría y sean apropiadas para fortalecerles la autoestima y se debería buscar, de forma paralela, la ayuda y el apoyo de profesionales.

75% de adolescentes peruanos reciben influencias de su entorno que les induce a comportamientos de riesgo




Según investigación "Estilos de vida de los adolescentes peruanos" de la Universida de Piura, que tomó como muestra al rededor de 400 adolescentes, hombre y mujeres, de entre 13 y 18 años de edad de Lima Metropolitana.

  • El 19,5 % de los adolescentes con edades entre 13 y 18 años declaran haber tenido relaciones sexuales alguna vez. El 48,5% no usó preservativo.

  • Un 87,5 % cree que en el Perú tendrá oportunidades de estudio tras terminar la secundaria y sólo el 69,8% cree que tendrá oportunidades de trabajo.
El estudio revela que la mayoría de les adolescentes peruanos que ya inició su vida sexual, lo hizo de forma inesperada, ya que de este grupo el 26,7% confirmó no haber estado totalmente de acuerdo y menos de l amitad usó preservativo.
Tener la primera relación sexual por amor fue el motivo más importante sólo para el 15,4% de los varones y el 36% de las mujeres. Así mismo,. se observan causas vinculadas a la presión y estímulos del entorno (principalmente en varones), que debn ser advertidas por padres y educadores: "no querer ser diferente"," consecuencia de imágenes", "pensar que mi pareja me dejaría", " no saber decir que no", "haber consumido drogas o alcohol".

Quienes no usaron preservativo lo hiiceron principalemte porque la relación sexual fue inesperada y no por carecer de información o porque le resultó difícil obtener uno.

La educación de la sexualidad durante la adolescencia tiene una importancia fundamental para el proceso de maduración. El estudio revela que chicos y chicas desean que en casa y en la escuela les ayuden a entender y controlar el torrente de emociones que experimentan.

"¿Cómo manejar mis sentimientos?", "¿Qué significa enamorarse?", "Cómo saber si la persona con la que salgo es adecuada para construir un futuro juntos", son los temas preferidos de los adolescentes para conversar con sus padres. A pesar de este deseo, la fuente habitual en temas de amor y sexualidad son los amigos (45,8%), seguida de la madre (39,7%) y con bastante distancia el padre (19, 1%).

El interés por los temas afectivos se traslada también a la escuela. Se ha comprobado que la educación sexual recibida fuera en el colegio se concentra sobretodo en temas biológicos, a pesar de las expectativas de los escolares. En este punto, los investigadores proponen que las escuelas, apoyándose siempre en los padre, incluyan los temas afectivos en la currícula.

Por otro lado, más de la mitad de adolescentes muestra bastante interés por conocer la historia y costumbres, y la situación política del país, y desean que sus padres les hablen más de estos temas. Así mismo, el 71,9% refiere que en sus colegios "aprende a querer a su país". Un 87,5% cree que en el Perú tendrá oportunidades de estudio tras terminar la seundaria y solo el 69,8% cree que tendrá oportunidad de trabajo.

sábado, 3 de abril de 2010

Niños Genios



En este artículo vamos a centrar nuestro interés en la falta de motivación por el aprendizaje escolar de algunos niños que quizás son demasiado inteligentes y por ese motivo se aburren en las clases. Hablamos en este caso de los niños superdotados.
Algunas personas son más capaces de retener información, hacer asociaciones, inferir, tomar decisiones y resolver problemas que otras. Así, en el colegio algunos alumnos aprenden fácilmente mientras que otros, con el mismo profesor y los mismos libros, parecen mostrar más dificultades en aprender los mismos contenidos.

En esta oportunidad y por tratar el tema de la inteligencia ligada a la educación tradicional, nos referiremos a un concepto de inteligencia que engloba tres funciones:
1. Capacidad para tratar con abstracciones.
2. Capacidad para aprender palabras y símbolos.
3. Capacidad para la resolución de problemas o situaciones nuevas.
El grupo de individuos que por exceso o por defecto sobresalen de la medida general de inteligencia (Coeficiente Intelectual) que evalúan los tests de Inteligencia son considerados "excepcionales" y dentro de este grupo podemos encontrar aquellos cuyo C.I. está muy por encima del rango de valores esperados. Los rasgos que podemos considerar más característicos de los niños superdotados son los siguientes:
• Desarrollo temprano tanto físico como mental.
• Curiosidad por el mundo que le rodea. Deseo constante de incrementar su saber.
• Interés vivaz en todo tipo de enciclopedias, manuales siempre en busca de una mayor información.
• Aprendizaje fácil y rápido.
• Intensa concentración que a veces roza la obsesión.
• Gran facilidad en las operaciones de tipo lógico como por ejemplo aquellas que incluyen el abstraer, el analizar o el generalizar.
• Óptima habilidad para la comprensión inmediata a la vez que poseen una gran facilidad para comunicar lo entendido.
• Tienen talento, es decir, una capacidad de ejecución poco habitual y en un área específica.
• Se muestran creativos en el aprendizaje, es decir, son capaces de proporcionar nuevas hipótesis utilizándolas para imaginar las consecuencias de posibles soluciones nuevas y aún no comprobadas.
• Suelen estar ocupados en diferentes actividades al mismo tiempo.
• Su vocabulario es amplio y complejo.
• Gran capacidad de organización.
• Preferencia por compañeros de edad superior tanto en su vida social como en los juegos.
A menudo estos niños son pasados por alto dentro de un grupo escolar y acaban aburriéndose de la lentitud de los aprendizajes. Pueden tener problemas con el resto de compañeros de su clase precisamente por su "excepcionalidad" y la marginación a la que son conducidos puede fácilmente llevarles al fracaso.
La detección de este colectivo de niños es el primer paso en la prevención del fracaso y así llegar a poder conducir y enriquecer su rebosante creatividad.
El colegio puede apoyar al desarrollo de las capacidades de estos niños enriqueciendo su programa escolar, dándole clases especiales y adelantándolo de grado siempre y cuando él niño se muestre lo suficientemente desarrollado emocionalmente como para sopesar todos los cambios. En su entorno socio-familiar se deberá incidir fundamentalmente a nivel de orientación y guía para los padres, ya que no hay que olvidar que el niño “genio” es ante todo es un niño que puede presentar problemática emocional.

domingo, 21 de marzo de 2010

Somos lo que comemos: niños, comida y emociones

Todos sabemos cuales son los estragos de una mala alimentación, no sólo afecta al equilibrio físico, sino también al emocional y mental. Una interesante investigación en niños escolares españoles ha arrojado como uno de sus resultados que los problemas psicológicos se duplican en los niños que sufren sobrepreso.

Este estudio tiene como base las consultas de atención primaria, mediante estas se ha relacionado, por primera vez, que tanto la falta de actividad física de los niños como las dietas desequilibradas tienen que ver con un retraso psicológico y emocional de los niños escolares españoles.

Trastornos como ansiedad y depresión se duplican en niños con problemas de sobrepeso, más sedentarios y con una alimentación inadecuada. Por el contrario, el equilibrio emocional se encontró en los niños con mayores niveles de actividad física y mejor alimentación.

Los resultados se han obtenido de una encuesta con 430 niños de entre 4 y 14 años. La muestra no es muy elevada, pero refleja una tendencia preocupante revelada por otros estudios previos. «Los niños españoles cada vez se alejan más de la dieta mediterránea. Comer en casa ha dejado de ser sinónimo de comer más sano», señala Lluis Serra, uno de los autores del análisis y director del Centro de Investigación en Nutrición Comunitaria del Parque Científico de la Universidad de Barcelona. Salvando diferencias geográficas, económicas y socio-culturales podríamos ubicar a un gran porcentaje de niños peruanos que van por esta misma línea.

Según la muestra del estudio, la mitad de los menores no comen verduras ni siquiera una vez al día, la «comida rápida» es «habitual» y sólo el 40% toma más de dos piezas de fruta o jugo al día. La rutina nutricional falla desde primera hora del día. Muy pocos incluyen los nutrientes de un desayuno completo: cereales, lácteos y frutas. Pero el 20% desayuna de forma habitual comida industrial y el 73% tan sólo galletas o pan. Los niños del estudio que no desayunaban -el 8 %- también tenían más retraso motriz y problemas de socialización. Su rendimiento físico también era mucho más deficiente.

En nuestro país, si bien es cierto que la comida rápida no se consume con frecuencia diaria para la mayoría de los niños, es muy probable que tampoco incluyan todos los nutrientes necesarios en el desayuno, lo cual influya directamente, en un primer momento, en su desempeño escolar.
El estudio revela que el 25% de los niños encuestados tiene hábitos nutricionales «muy malos». A más peso, peor desarrollo emocional y mayor riesgo de sufrir en el futuro trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia. Los niños con más peso se relacionan inadecuadamente, se aíslan y también se deprimen más. «Es difícil saber si la obesidad es la causa o el efecto. Pero, es evidente que el acto de la alimentación tiene un contenido emocional», aseguró Serra.

El profesor de la Unidad de Neuropsicología de la facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, Francisco Rodríguez, está convencido que la alimentación modifica las emociones del individuo y su estado de ánimo, por lo que alertó que puede ser un mecanismo muy importante implicado en la obesidad si no se trata de forma apropiada desde el punto de vista psicológico. «Las emociones intervienen no sólo sobre la percepción del alimento, sino también sobre el apetito», apuntó.

Los expertos responsabilizan de esta situación no sólo al abandono de la dieta mediterránea sino al olvido del hecho que la alimentación es un «acto social» que debe hacerse en familia. Comer con los seres queridos produce una activación cerebral que promueve la liberación de neurotransmisores que dan lugar a sensaciones placenteras. La socialización también promueve los hábitos alimenticios saludables entre los más pequeños. Otro error es comer frente al televisor. Todos los efectos positivos de comer en familia desaparecen si se hace frente a la tele.

martes, 9 de marzo de 2010

Cuando los niños no quieren ir al colegio....

En general, ir al colegio es un evento excitante y agradable para los niños. Sin embargo, pueden presentarse casos para los que esta situación conlleva intenso miedo o pánico. Esto puede presentarse en cualquier momento, pero es más común en niños entre los 5 -7 y de 11 -14, momentos de crisis en el colegio, ya que los niños se enfrentan a retos nuevos y concretos.

El negarse a ir al colegio aparece por lo general después de un periodo en el que el niño ha estado en casa en compañía de su familia y no quiere separarse de ellos. Puede suceder también después de un evento inesperado que no sepa cómo manejar, como la muerte de un familiar, de una mascota, una mudanza o un cambio de colegio. El niño puede poner como excusa algún malestar físico para que se le permita quedarse en la casa o simplemente se niega a salir de la cama.


Ahora bien, hay que tener en claro que el miedo o pánico es a salir de la casa y/o a separarse de sus padres y no a ir al colegio, por esto es que una vez que en niño esté en el colegio puede mostrarse tranquilo. Algunas características que pueden presentarse en los niños son: sentirse inseguros si se quedan solos en un cuarto, demostrar un apego excesivo, demostrar preocupación excesiva acerca de sus padres o de que puedan hacerse daño, ser la sombra de sus padres en casa, tener dificultad para dormir, tener pesadillas, tener temor exagerado a animales, monstruos y ladrones, temer quedarse solo en la oscuridad y hacer rabietas cuando se les obliga a ir al colegio.

Estos temores son comunes entre los niños con el problema de ansiedad por separación. Los efectos a largo plazo (ansiedad y desorden de pánico al llegar a adultos) pueden ser muy serios para un niño que no reciba ayuda profesional. Así mismo, puede desarrollar problemas escolares y sociales.

Las relaciones obsesivas


Nunca se sabe qué características y particularidades personales se esconden detrás de una persona muy agradable a quién se acaba de conocer. Por ejemplo, si resulta tener características obsesivas, la relación puede convertirse en algo muy asfixiante. El desarrollar rasgos obsesivos y dominantes no es predominio de uno u otro sexo, tanto hombres como mujeres pueden mermar sus relaciones por sus características. Sin embargo, en la realidad, por cada mujer obsesiva existen diez hombres obsesivos…. Saquen su cuenta.

Esto puede explicarse porque una mujer que enfrenta una ruptura o desencuentro amoroso tiene sentimientos de dolor y despecho, mientras que el hombre, por el contrario, se asume que tiene un papel más activo en la conquista y por ello desarrolla más el “instinto” de dominio y puede tender más a las reacciones impulsivas. Generalmente, las personas son capaces de percibir que tienen obsesiones en mayor o menor grado, así como también son capaces de registrar que están siendo dominados por alguien demasiado posesivo y obsesionado.

Ahora bien, los comportamientos obsesivos no surgen esporádicamente, sino que pueden verse venir desde el primer encuentro. El ansia de información puede ser el punto de partida, desde el primer momento puede exigir el teléfono de casa, el celular y el del trabajo. También pregunta dónde está el lugar de trabajo o estudio y dónde vive la otra persona. El asedio, a partir de entonces, puede llegar a ser obsesivo con un número exagerado de llamadas, mensajes de texto o mails diarios. Además, cuando consigue entablar el contacto está molesto por la tardanza en conseguirlo.

También puede darse que desde el primer contacto se pretenda establecer un calendario de citas y busque restringir las salidas o estar presentes en todas ellas. El afán de control viene motivado por encontrar alguna pista de supuesta infidelidad de la pareja. Asimismo, les molesta no controlar cualquier situación, por ello no les gusta hablar de personas o acontecimientos importantes para la otra persona si él no participa en los mismos. Respecto a la vida sentimental pasada, suelen criticar duramente a sus antiguas parejas. Se interesan vivamente por el número de novios y amantes, y por las razones por las que mantuvo esa relación.

Pero, por su parte no explican casi nada de ellos mismos. El punto más negativo y extremo llega cuando muestran su faceta más agresiva, tras una discusión sin importancia pueden llegar a empujar o golpear a su pareja.

Algunos casos pueden ser extremos, por eso debemos tomarnos el tiempo para hacer un balance de cómo nos estamos sintiendo en esta relación, sea del tipo que sea, ya que entrar en una dinámica como la descrita en las líneas anteriores no es recomendable para nuestro bienestar emocional y mental.

domingo, 28 de febrero de 2010

Mi hijo es adoptado

A pesar que el proceso de adopción puede ser sumamente complicado y engorroso, para algunos padres no es tan intenso como el momento en el que le tienen que informar al niño que no son sus padres biológicos.

Cuando una pareja adoptan a un niño han de pensar con anterioridad el papel que van a asumir. Comunicar al hijo que es adoptado es algo que no conviene evitar. Sin embargo, no es nada fácil para muchos padres que temen la reacción y respuesta de sus hijos y se preocupan por las consecuencias o repercusiones que esto puede tener.

En ocasiones los padres adoptivos piensan que diciéndoles a sus hijos de corta edad que son adoptados les pueden provocar un gran dolor y frustración. En realidad, los problemas aumentan a medida que la revelación se retrasa. Por otra parte, es una utopía pensar que si se omite esta información el pequeño no acabará enterándose.

Que el niño se entere por otra persona de la verdad de su origen, puede crear un círculo de desconfianza, llegando incluso a pensar que el amor y el cariño que ha recibido hasta el momento forma parte de la mentira que ha estado viviendo.

Cuando el niño empieza a preguntar de dónde viene o cómo nació es adecuado contestar con la mayor naturalidad posible con la verdad. Cuanto más pequeño sea el niño, mejor interiorizará este sentimiento y más se familiarizará con la palabra adopción.

Se le puede decir que se formó en la barriga de una mujer y que lo acogieron porque querían tener un hijo como él. Será conveniente que se le transmita todo el cariño y amor que le tienen y la alegría que ha llevado a sus vidas. Es probable que el niño tenga muchas preguntas por resolver, como: por qué no está con sus padres biológicos, y podrá crear muchas fantasía imaginando qué puedo haber pasado para que lo dejaran con otras personas: que le abandonaron por ser malo o porque no lo querían. Para contrarrestar esto, los padres adoptivos pueden hablar del tema, de forma que el niño lo vea como algo natural. Así le ayudarán a destapar sus posibles pensamientos y miedos.

Cuando los niños adoptados llegan a la adolescencia, empiezan a pensar y filosofar sobre su existencia, como cualquier adolescente, y tienen una necesidad incondicional de buscar sus raíces para sentirse mejor con ellos mismos, ya que pueden tener una sensación de vacío o de que les falta algo.

Cuando los hijos quieren saber más sobre sus orígenes, sería adecuado que los padres le cuenten todo lo que saben. Lo mejor es hablar positivamente de sus padres biológicos y no ocultar, en caso de que estos estén vivos, la existencia de los mismos. Éste será un momento en el que los padres deben mantenerse al lado de su hijo. No deben pensar que por querer saber más sobre sus raíces o por querer conocer a sus padres va a dejar de quererlos, sino que es una necesidad que irremediablemente sentirá y necesitará que sea satisfecha.

Los padres deben estar preparados para las recriminaciones que sus hijos adoptivos puedan hacerles, éstas forman parte de las inseguridades típicas de la adolescencia. No es raro que el hijo le eche en cara a los padres cosas como que si ellos hubieran podido tener hijos él no estaría ahí o que lo adoptaron por compasión. Es importante que aunque sean preguntas que puedan resultar duras, el adolescente pueda exteriorizarlas, para que no creen en su interior un conflicto o caos.

En caso de que los padres no se sientan suficientemente capaces de tratar este tema con su hijo, es necesario que busquen la ayuda de un especialista para que les ayude a hacer frente a la situación y a ver las cosas de forma más natural.

¿Ex y amigos?

Después de la separación o ruptura de una relación de pareja, pueden surgir diferentes tipos de relaciones entre quienes la conformaron.

En un extremo están los que destruyen y evitan intencionadamente cualquier vínculo romántico y al otro los que, superada la crisis y el periodo de duelo esperado, logran mantener amistad con su ex.

Ahora bien, en España la tasa de divorcio está entre el 10% y el 20% del total de matrimonios, cifra que parece baja si la comparamos con la tasa de países como Estados Unidos o Suecia, donde el número de divorcios supera o iguala el de matrimonios contraídos. De ellos, la mitad son de común acuerdo y la otra mitad son una parte se muestra en desacuerdo. Estos números podrían indicar que el porcentaje de parejas que, hipotéticamente, podrían recuperar la armonía tras la separación es realmente baja.

Podemos observar entre parejas que logran una relación de amistad con sus ex algunas características comunes. A veces, están guiadas por ciertos intereses: responsabilidades compartidas para con los hijos, cuestiones monetarias y amigos en común. En segundo lugar, no son “amistades completamente sinceras”, ya que existen ciertos temas que prefieren evitar, en general, aquellos relacionados con nuevas relaciones afectivas. Y por último, ambos ex deben poseer altos grados de admiración, respeto y confianza hacia el otro, ya que si no sería muy probable que no se tomarían la molestia de seguir con el vínculo, ya que éste no les aportaría mucho.

Existe mayor probabilidad que los que han estado en esta situación coincidan en que para posibilitar esa relación amistosa, primero debe pasar un tiempo para que los afectados -¿o tal vez beneficiados?- por la ruptura tengan la oportunidad y serenidad de aceptar el fracaso de su relación de pareja, valorar las cualidades del otro y poder seguir adelante como amigos. Un consejo de sabios es el que recomienda no verse hasta que se hayan olvidado todos los reproches que provocaron la separación.

Sin embargo, hablando de matrimonios o parejas con mayor tiempo de convivencia, los hijos son un factor determinante. En estos casos no sólo deseable, sino recomendable que se establezca una relación cordial o diplomática con la ex pareja. Así se facilita la solución de los problemas en los que ambos, a pesar de no estar juntos, siguen involucrados. Además hay que tener presente que uno puede dejar de ser pareja, conviviente o esposo/a, pero nunca deja de ser padre o madre de los hijos.

Es por esto que es aconsejable que antes de la ruptura o separación de la pareja se acuda a un terapeuta, con la finalidad de poder ayudar a minimizar los conflictos y agilizar y mejorar los patrones de comunicación en la pareja antes de la disolución definitiva, enfrentando a las dos personas bajo una perspectiva de respeto, escucha y tolerancia en la que aparecerá la razón.

Por último, es determinante, para una relación futura de amistad entre ex, la manera en que se produce la separación. Explicado de un modo gráfico, si se termina como en "La Guerra de los Roses", la amistad difícilmente prosperará o siquiera se asomará. Pero, si se da de la forma más civilizada posible, mayor será la posibilidad de éxito. Aunque cabe resaltar que no se tratará de una amistad como la que se puede tener con un pata del cole, de la universidad, del trabajo o de la maestría, ya que será sólo una muy buena relación entre dos personas que han tenido mucho en común en determinado momento de sus vidas.

lunes, 22 de febrero de 2010

La rivalidad entre hermanos


Los celos y las peleas esporádicas entre hermanos son un hecho muy frecuente. Esta rivalidad es natural e incluso necesaria, ya que surge del normal desarrollo de la convivencia infantil.

La rivalidad forma parte de una etapa en las relaciones entre hermanos. Es un periodo que es necesario vivir y que debe ser superado. La finalidad de los padres es conseguir que los sentimientos rivales se transformen en actitudes de cooperación y solidaridad poniendo las normas y reglas de convivencia de manera empática. Es esencial que cada hijo sea querido y, a la vez, tratado de forma diferente en función de sus propias necesidades. De lo contrario el clima que se genera propiciará la enemistad en la relación fraternal.

Por lo general, el hermano “destronado" (hasta cierto momento hijo único), es quien por un lado desea el nacimiento de un nuevo hermano pero, por otro, siente celos puesto que lo percibe como una amenaza. Puede sentir miedo a que le quite todo aquello de lo que disfrutaba y a que lo quieran menos Este fenómeno suele ser más frecuente en las épocas de crisis de los niños (de 3 a 7 años).

Otro caso que puede favorecer la aparición de rivalidades es cuando los padres se muestran de forma diferente con sus hijos, mostrando que prefieren a uno más que al otro. Este tipo de actitudes originan verdaderos odios infantiles que se prolongarán de adultos impidiendo una relación fraternal de calidad. Este punto tiene que ser tomado con pinzas, porque, como sabemos, es poco probable querer a los hijos por igual, ya que podemos identificarnos más con el carácter de uno o compartir más actividades con otro. Ante esto, los padres tienen que estar atentos a su comportamiento y actitudes para no mostrar favoritismos desmedidos.

Así mismo, algunos padres enfrentan a sus hijos con otros niños con el objetivo de estimularlos. El hecho de comparar a los hermanos fomenta la rivalidad. Otras veces, existe la costumbre de poner apodos a los hijos basándose en su aspecto físico, en su inteligencia, carácter, etc. Sería bueno evitar este encasillamiento porque supone la limitación de su desarrollo en muchos aspectos.

Ahora bien, el ambiente familiar, por su propia naturaleza, constituye la primera escuela de socialización. Es en este medio, rico en vivencias, donde las relaciones entre hermanos adquieren su pleno sentido. Estos vínculos tienen unas características propias. No sólo es mucho el tiempo que se ven obligados a pasar juntos, sino que el tipo de actividades que comparten es muy variado, tanto en calidad como en cantidad.

Casi por norma general, en todas las familias, los niños comen, juegan, se bañan y se visten juntos. Los hermanos se conocen unos a otros de forma total y carecen de secretos, sobre todo si son pequeños. Este grado de confianza conduce a que las relaciones entre ellos sean absolutamente francas, siendo a veces, cruelmente sinceras.

Estos contactos variados y numerosos entre hermanos, unas veces alegres otras veces violentos, van llevando al niño hacía una convivencia madura. A medida que la familia aumenta con la llegada de los hijos las relaciones se van extendiendo y complicando.

Algunos aspectos positivos de la convivencia entre hermanos
- Estimula el liderazgo. Los hermanos mayores son verdaderos maestros de los pequeños. Este tipo de liderazgo espontáneo surge con el contacto de los hermanos y puede transformarse en una verdadera escuela de aprendizaje.

- Afirma la personalidad. Las semejanzas que existen entre hermanos, de tipo físico o de carácter, contribuyen a un elemento de seguridad en sí mismo. Este verse reflejado en otro, puede servir al niño para autodisciplinarse, imitando la conducta del hermano o corrigiendo lo que no le gusta. En esta línea, es muy importante evitar la comparación entre hermanos.

- Fomenta la individualidad. No todos los hermanos reaccionan del mismo modo ante la misma situación. Desde este enfoque, el contacto entre hermanos resulta muy beneficioso, porque ofrece a cada uno las posibilidades de desarrollar sus características particulares.

Amigos con derecho a….

Todo está bien claro: son amigos, nada más. Sin embargo, de vez en cuando, o quizás a menudo, la cosa toma un matiz diferente porque el sexo y la pasión entran en escena.

Han decidido de manera consciente y con gran seguridad, mantener una relación de amistad y de sexo. Son amigos, se caen bien, se ríen y disfrutan estar juntos. El sexo no es sino otra forma de disfrutar de su compañía y afinidad. No hay compromiso alguno. Todo está bien claro, han hablado de ello y las cosas no se prestan a ambigüedades.

Una sociedad que valora la independencia y la fomenta, capitalista y competitiva, donde habitualmente convergen el estrés y la cualificación, y donde el bienestar y el ocio son valores máximos, es el caldo de cultivo perfecto para este tipo de relaciones.

A pesar de su popularización, este tipo de vínculos cargan con un gran cúmulo de mitos y creencias que no siempre son ciertas. La naturaleza de una relación depende de la actitud que los integrantes manifiesten y no tanto del tipo de lazos que los unan. Algunos mitos son:

Estas relaciones son poco profundas: Debemos tener en cuenta que ambas personas se conocen y se aprecian, saben lo que les gusta y están de acuerdo en mantener una relación de este tipo. La sexualidad es, a menudo, una forma perfectamente lícita, para disfrutar de su amistad y conocerse con mayor profundidad.

Estas parejas se dejan llevar únicamente por la impulsividad y desenfreno: Las cosas están sobre la mesa, todo está claro entre los dos y es fruto de una decisión madura y consciente.

Su origen se encuentra en un miedo al compromiso: Comprometerse es tomar una decisión que habitualmente supone un gran cambio en la vida. Tomar estas decisiones a la ligera y sin estar preparado es inconveniente e incluso irresponsable.

Una relación de este tipo es siempre insatisfactoria: No tiene porqué, ya que se basan en un conocimiento de la otra persona y el respeto mutuo.

¿Qué ventajas tienen?
Hemos dicho que estas relaciones son un fruto de nuestra sociedad y de nuestra época, por ello las ventajas que presentan están íntimamente ligadas a la adecuación a su situación y las exigencias de su entorno. Estas personas valoran su independencia y actúan en consecuencia. Aprecian profundamente sus estudios y su trabajo, por lo que no creen conveniente limitar su desempeño ante las exigencias de una relación más tradicional.

¿Y las dificultades?
Las personas no somos máquinas. Por muy claras que estén las cosas siempre somos susceptibles a fuertes afectos o irracionalidades. Visto esto, las dificultades más frecuentes son:

La aparición de una tercera persona, ya que supone la necesidad de redefinir la relación. Es necesario volver a consensuar para integrar lo que uno y otro quieren, lo que entienden y lo que sienten.

Uno de ellos quiere "algo más". La intimidad predispone hacia el compromiso. En una relación de este tipo, la amistad, la satisfacción sexual, la diversión y la ternura, empujan con fuerza hacia la estabilidad y el contrato.

Los demás presionan. Es posible que familia, amigos y compañeros de trabajo, no vean con buenos ojos esta relación. La presión social puede generar ansiedad y desagrado, que en todo caso repercutirán de forma negativa sobre la amistad y la satisfacción de los implicados.

No todo está claro. A pesar de todo lo hablado, siempre quedan pequeñas ideas, expectativas o afectos, que no están bajo control y que a la larga pueden desembocar en desengaños o disgustos. Y es que no nos han educado para esta forma de vida.

Tanto la sexualidad como los vínculos que cada persona forme en su vida pueden ser múltiples y diversos. Sin embargo, no se debe perder de vista el respeto y cuidado hacia uno mismo y hacia los demás.

lunes, 15 de febrero de 2010

Niños, noticieros y noticias

Muchas veces los diferentes horarios de los integrantes de las familias hacen que se cene tarde, de noche, en compañía de la tele y su programación, más aún cuando los niños están de vacaciones.

Por lo general, la programación nacional a esa hora es un abundante menú de noticieros en donde además de demandas y ampays nos muestran toda serie de imágenes sangrientas dignas de las mejores películas de terror. ¿Pueden estas imágenes ejercer un impacto en los niños? ¿Debemos cambiar el canal? ¿Cómo reaccionar ante las preguntas de ellos a cerca de lo que ven en la tele?

Una de los grandes alcances de la globalización de los medios de comunicación es el vertiginoso avance de las tecnologías de comunicación e información, las cuales permiten presenciar en vivo y en directo TODO lo que acontece en el mundo, lo cual puede empezar a ser preocupante. Comienza a ser preocupante, la globalización de las comunicaciones y el vertiginoso avance de las tecnologías de la información, permiten presenciar en vivo, e incluso en directo, todo cuanto acontece en el mundo.

No se puede negar que todo lo que un niño puede ver, sentir, conocer, hacer, no-hacer, pensar, etc. repercute en él y lo afecta, de manera positiva o negativa. La gran mayoría de niños pasan gran parte de su tiempo libre frente a la tele y aprender mucho de ella. En casos extremos, los padres o cuidadores pueden usar a la tele como niñera. Sin embargo, la tele nos aporta, a niños y adultos, una”imagen del mundo” en el que vivimos, nos guste o no.

Ahora bien, es posible que esta “imagen del mundo” puede afectar de manera negativa a los niños?

Podemos caer en el error común de subestimar la capacidad de defensa (adaptación) de los niños. Sin embargo, también es cierto que son más impresionables que los adultos, que no poseen ni sus capacidades, ni su experiencia. Para que un episodio televisado acarree importantes consecuencias emocionales a un niño, éste ha de encontrarse en una situación de crisis por razones mucho más cercanas a su entorno y vivencia personal. Por ejemplo, el ver un reportaje sobre el terremoto en Haití o las actuales condiciones de Cuzco, no debería repercutir de manera importante en un niño y ser el origen de una fobia ante algún desastre natural.

Sin embargo, en aquellos niños quienes presenten un problema de seguridad y autoestima, o que han vivido experiencias similares a la relatada por la pantalla, en nuestro país los niños sobrevivientes al terremoto en Ica, que aún son incapaces de expresar sus emociones, que viven en una situación familiar desfavorable o suelen ser hipersensibles, estas noticias o reportajes sí pueden actuar como desencadenante de algún problema.

Por otro lado, la tele es uno de los grandes canales de comunicación con el resto del mundo, si sólo se observan catástrofes, lágrimas y todo tipo de situaciones angustiosas, es probable que ayude al niño a formarse una idea del mundo como un lugar lúgubre y peligroso. Y esta visión de las cosas repercutirá en todas las esferas de su vida.

Cuanto más pequeño es un niño, más peligrosa puede resultar la tele y sus noticias. Alrededor de los tres o cuatro años comienza una importante apertura del niño al entorno, comienza a interesarse por la tele, sin poseer las suficientes estrategias y defensas para hacerle frente a ciertos contenidos. Hacia los ocho o nueve años, el niño comienza a separarse de sus padres y a prestar mayor atención a sus compañeros y amigos. Y entre ellos comentarán lo que ven en la tele, jugarán a ello y construirán con la imaginación cuanto les parezca intenso e interesante.

Los padres tienen un papel fundamental en todo este proceso. Se les aconseja:

Limitar el uso de la televisión y propiciar el uso de otros medios. Poca televisión se digiere con facilidad, pero mucha televisión puede desembocar en una indigestión.

Mantener una actitud crítica frente a los contenidos televisivos. Reconocer y demostrar que el mundo no es exactamente como la televisión lo presenta puede facilitar que el niño se forme una imagen del mundo más acorde con la realidad y consigo mismo.

Aceptar las emociones del niño y facilitar su expresión. Si el niño se encuentra en un ambiente de confianza y respeto, en donde padres y familiares sienten realmente cuanto le sucede, tiene mayores probabilidades de encarar con éxito este proceso.

Los verdaderos temores del niño hacen referencia al daño físico y a la pérdida de
los padres. Remarcar que esto no va a suceder y que el conflicto y la catástrofe es algo lejano, le facilita sentirse seguro y tranquilo.

Amor sin sexo o sexo sin amor


Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 76% de los españoles entiende una relación amorosa como aquella en la que se comparte un afecto fuerte y en la que se mantienen relaciones sexuales.

Un 35% la concibe como una relación estable en la que se comparten sentimientos amorosos pero que no tiene por qué incluir obligatoriamente el sexo. Frente a ello, para un 10% de la población una relación esporádica entre dos personas que muestran una atracción física y que desemboca en una relación sexual, es una relación amorosa.

Aunque la realidad del sexo sin amor ha existido durante muchos siglos de historia, en las últimas décadas esta práctica se observa cada vez de una forma más habitual no solamente en los hombres, sino también en las mujeres. Los contactos sexuales sin sentimientos amorosos de por medio, tienen como objetivo principal experimentar placer y el disfrute que el sexo ofrece, sin ningún tipo de responsabilidades, obligaciones o compromisos de por medio. Aquí es donde encontramos los famosos “choque y fuga”, “fue ayer y no me acuerdo”, “una noche de copas, una noche loca” y todos sus derivados.

La práctica de este tipo de encuentro que se dé de forma libre y sin coacciones no tiene por qué plantear algún problema. Sin embargo, pueden surgir conflictos en el caso de que una de las personas mantenga una relación basada en el compromiso y fidelidad con otra. También, pueden surgir problemas cuando una de las dos personas alberga la esperanza de que ese encuentro pueda dar paso a una relación más estable.

En el caso del amor sin sexo, son muchas las parejas enamoradas que no practican sexo. Son parejas que comparten sentimientos y afectos muy profundos, pero que no encuentran en el sexo una prioridad. Las dos razones principales a las que aluden las personas que eligen esta alternativa son, por un lado, el deseo de mantener la virginidad hasta el matrimonio por creencias religiosas y, por otro lado, la necesidad sentirse seguro en la relación y de superar el temor a un posible engaño.

El problema más notable que presenta esta opción se da cuando uno de los dos miembros de la pareja no la comparte. En estos casos, el miembro no conforme con la decisión puede llegar a sentirse frustrado o incluso rechazado.

Los datos muestran que la mayor parte de la población elige combinar el amor con el sexo. Las parejas que escogen esta posibilidad demuestran una serie de afectos, emociones y sentimientos mutuos. Al mismo tiempo, el sexo resulta también una parte importante dentro su relación como medio para demostrar físicamente los sentimientos que sienten por la otra persona.

El sexo puede ser visto como un encuentro casual, el complemento de la relación o la entrega máxima después del matrimonio y todos los enfoquen son válidos siempre y cuando no nos dañe o afecte negativamente a nosotros mismos y a los demás, por eso debemos encontrar espacios en donde poder escucharnos a nosotros mismos y reconocer cómo nos estamos sintiendo.

lunes, 8 de febrero de 2010

¿Qué es realmente la Orientación Vocacional?

En principio, la orientación vocacional, profesional o para el desarrollo de la carrera, surge como necesidad de facilitar a los alumnos, en especial lo que terminan la educación escolar, la información necesaria para su adecuada inserción en el mundo laboral.

Desde sus orígenes hasta la actualidad ha experimentado cambios significativos y ha pasado de ser una acción puntual, a ser una acción permanente integrada en la dinámica educativa.

Se considera la orientación vocacional como una necesidad esencialmente humana, de contenido educativo, a través de la cual se decide un proyecto de vida formativo o profesional, realizado por medio de una secuencia de opciones o elecciones que se van planteando ante la necesidad de interpretar las cuestiones fundamentales de la vida, y todo ello enmarcado en los contextos familiar y ambiental.

Es así que, hay que tener en claro que los adolescentes pueden no tener muy definido cuáles son sus preferencias e intereses vocacionales debido a una serie de factores, que van más allá del rendimiento académico o nivel cognitivo, entre los cuales estarán la madurez psico-emocional, social y cultural. Con esto, la orientación profesional se debe asumir como meta o finalidad en el desarrollo del individuo a lo largo de toda la vida.

Así pues, la educación vocacional supone el conocimiento de sí mismo, de las ofertas educativas y los itinerarios académicos, del mundo laboral. Solo la integración de todas estas áreas permitirá al adolescente tomar las decisiones más adecuadas.

Para lograr un mayor grado de eficacia en la orientación vocacional, el alumno debe ser el protagonista de los procesos y deberá implicarse de forma activa en sus aprendizajes.

Orientación Vocacional para adolescentes: Acabé el cole y ahora?!

Conforme el término del colegio se acerca, se escucha de parte de los papás, profesores y, en menor medida, amigos, hermanos, vecinos, etc., con más frecuencia preguntas como: ¿ Qué vas a estudiar? ¿Qué has pensado hacer/ ser? O puede darse el caso que en una reunión familiar un tío le pregunte a tu papá/ mamá: “¿Qué vas hacer tu hijo después del colegio?” aun estando tú a su costado.

De un momento a otro, puede parecerte que TODOS se interesan excesivamente en tus planes profesionales futuro y muchas de las veces no toman en cuenta al agente más importante en esto: TU

Ahora bien, no debemos de olvidar que al estar muy próximo a salir del cole te pone en una situación de cierre, el fin de una etapa, de una era. Es posible que por este cambio externo y tangible las personas que te rodean se sientan sumamente pendientes y curiosas (hasta impacientes) de saber sobre tu “decisión”.

Definitivamente, esta presión y exigencia social es real, y en muchos casos pueden crear en ti sentimientos de angustia, ansiedad, desesperación, etc. Por eso es importante que sepas y comprendas que tus decisiones pueden seguir un ritmo diferente al esperado por los demás.

A veces, puede ser “tranquilizador” encontrar una respuesta que tenga cierta aceptación, sin importar si te resulta a TI convincente o no. Otros pueden sentirse en la necesidad de tomarse “un año sabático” para postergar su decisión y explorar ciertos trabajos o proyectos que crean interesarles. Pero… ¿por qué un año?, en realidad el tiempo dependerá no solo de las presiones familiares o sociales, sino que esa decisión recaerá en que tú te sientas listo y preparado.

Es importante que seas conciente de esta presión social y sepas que es padecida por la mayoría de los estudiantes. Esta situación señala algo que seguramente ya sabías: es necesario dejar de ser escolar, abandonar ese lugar conocido para que esas experiencias se conviertan en recuerdos y aprendizaje. Sólo al aceptar el fin de esta etapa será posible empezar a imaginar un lugar diferente, novedoso, que se irá construyendo lentamente.

Muchas veces la angustia que provoca esta despedida (del colegio, los amigos, los profesores, los horarios conocidos, el estilo de las clases, los métodos de estudio, etc) se oculta o se niega, pero aparece en su lugar una enorme confusión, ansiedad, depresión o desgano. Incluso en algunos chicos estos sentimientos se evidencian a través de un muy mal rendimiento escolar el último año, “estirando” así la finalización de esta etapa.

Para poder elegir que forma irá tomando la carrera de tu vida es necesario empezar a imaginar ese proyecto.

lunes, 1 de febrero de 2010

Mamá, quiero un perrito! Por fa! Por fa!


¿Este pedido le suena familiar? Sepa qué puntos tomar en cuenta antes de ceder o denegar el deseo de su hijo.

Un animal no es un juguete, es un ser al que cuidar y del cual estar pendiente. Es probable que en un inicio a los niños les guste tenerlos bajo su responsabilidad, hay que sospechar que puede cansarse y terminarán siendo los adultos los que se ocuparán del animal.

Sin embargo, al traer a una mascota nueva a casa también puede ser visto como la oportunidad perfecta para reforzar no solo la responsabilidad, sino otras habilidades y capacidades de su hijo.

El orden de preferencia para la elección de una mascota de los niños suele empezar por el perro y acabar en el pez, y se debe a la demanda afectiva que tiene cada animal y a las posibilidades de relación que ofrece cada uno.

Es importante llegar a un acuerdo sobre qué animal será el más indicado. Si el que prefiere el niño no puede ser, debemos explicarle el por qué y encontrar alguna alternativa. Y si no podemos hacernos cargo de una mascota, no debemos perder de vista la necesidad que tiene el niño de estar en contacto con los animales y ofrecerle alternativas como ir al parque o pasear al perro de algún familiar o vecino.

Una vez decidido el animal que compraremos, tendremos que repartir las tareas que hará cada miembro de la familia. Este reparto debe tener en cuenta las posibilidades de cada uno y, por supuesto, la edad del niño. Nuestro hijo debe responsabilizarse de las tareas que haya escogido. Si al cabo de un tiempo deja de hacerse cargo del animal, tendremos que hablarlo con él para conocer la causa y saber cómo proceder.

En el caso de que la mascota muera, es importante aceptar la tristeza de nuestro hijo, entenderla y ayudarle a expresarse. No conviene quitarle importancia ni “reponer” la mascota muerta con otra de manera mágica. Quizá es la primera muerte que experimenta y puede costarle un tiempo asimilarlo. A veces, puede ir bien hacer alguna ceremonia para despedirnos del animal.

Tips:

- Informarnos sobre el animal, antes de comprarlo: necesidades, alimentación, espacio, vacunas, higiene, comportamiento, etc.

- Hasta los 3 años los niños son poco capaces de cuidar un animal pero a partir de los 4 ya podrán dar de comer o beber (aunque tengamos que recordárselo) a un animal que requiera pocas atenciones, por ejemplo un gato, un hámster, un conejo o un pez, e incluso ayudarnos a limpiar la jaula o la pecera.

- En el caso de los perros, lo mejor es esperar a los 6 años y elegir uno de raza pequeña. A esta edad podrá encargarse totalmente de su alimentación y más delante de sus paseos.

- Crear, de forma verbal o escrita, un contrato en el que se establezcan las tareas de cada miembro de la familia. Al niño puede serle de gran ayuda tener colgado en la pared o la nevera, una lista con las responsabilidades de cada persona y los días de la semana que debe hacer cada cosa.

¿Por qué los niños no hacen lo que se les pide?

¿Es de lo más normal que un padre tenga que repetirle 20 veces a su hijo pequeño para que haga algo?


Pareciera como que todo lo que se le dice a un niño o cae en oídos sordos o entra por una oreja y sale por la otra. Pero, la realidad es que los pequeños escuchan, sólo que guardan la información para usar más tarde, según un nuevo estudio.

“Realicé este estudio esperando descubrimientos completamente diferentes”, dice el psicólogo Yuko Munakata, de la Universidad de Colorado, Estados Unidos. “Hay muchos trabajos en el campo del desarrollo cognitivo que se centra en cómo los niños son básicamente pequeñas versiones de adultos intentando hacer las mismas cosas que ellos hacen, pero no son tan buenos todavía. Lo que demuestran los resultados es que los niños son totalmente diferentes y hacen cosas diferentes a cómo lo hacen los adultos”.

Munakata y colegas usaron un video juego de computadora y midieron el diámetro de la pupila de los ojos para determinar el esfuerzo mental de niños entre los 3 y 8 años y así estudiar sus habilidades cognitivas.

El juego involucraba enseñarle a los pequeños reglas simples sobre dos personajes de dibujo animado, Blue y Bob Esponja, y su preferencia por diferentes objetos. Se les dijo que a Blue le gustaba la sandía, por lo que tenían que presionar sobre la cara contenta sólo si veían a Blue seguido de una sandía. Si veían a Bob Esponja, tenían que apretar sobre la cara triste.

Los niños mayores encontraron esa secuencia sencilla, porque podían anticipar la respuesta antes de que los objetos aparecieran. Pero los niños pre escolares fallaban en anticiparlo. Ellos pensaban en el personaje sólo luego de haber visto la sandía, o sea, que actuaban luego de los hechos.

Lo que descubrieron los investigadores es que los niños de 3 años no planean el futuro ni tampoco viven completamente en el presente. Piensan en el pasado sólo cuando lo necesitan.



“Por ejemplo, digamos que hace frío afuera y usted le dice a su hijo de 3 años que vaya en busca de su chaqueta a su cuarto y que esté listo para salir. Usted esperará que el niño planee el futuro, que piense: hace frío afuera así que la chaqueta me mantendrá caliente. Pero, lo que sugiere nuestra investigación es que esa no es la forma en que piensa un pequeño de 3 años. Por el contrario, el niño correrá fuera, descubrirá que hace frío y, recién allí, pedirá su casaca y entonces la buscará”. dice uno de los investigadores.

Entonces, Munakata recomienda que uno no trate de que el niño anticipe lo que pasará en el futuro a costa de repetir una y otra vez que se prepare para algo. Lo mejor es que le digan que cuando estén en el patio y haga frío pueden buscar la casaca para poder estar abrigados.

lunes, 25 de enero de 2010

Extrañas Parejas

En su libro “¿Apego, vínculo y/o amor en la pareja?*” Matilde Ureta de Caplansky propone dos posibles líneas de desarrollo para el matrimonio: una de meta y la otra de fosa...


En la primera plantea la importancia que tiene en la pareja la historia compartida que han logrado los cónyuges como parte de un proyecto que los reúne a lo largo de la vida matrimonial o si se convierte en una situación de fosa, es decir, de muerte y destrucción para la pareja.

Aquí un breve apartado sobre lo que Matilde llama “Extrañas parejas”:
“La pareja humana constituye un modo de vínculo intersubjetivo privilegiado, abierto a múltiples y frecuentes extravías y desdichas. Cuando la relación se estabiliza, el encuentro suele ser asintomático y se posibilita así el equilibrio y la compensación afectiva para cada uno de sus miembros. Pero, en general las parejas evidencian conflictos que suelen derivar en convivencias desafortunadas y muchas en separaciones.

¿Cuáles son las causas para que una relación no prospere y no permita, en consecuencia, el desarrollo armónico de cada uno de sus integrantes? Se podría afirmar que lo que acontece habitualmente es que se movilizan desarrollo críticos signados por las siguientes características:

En las parejas conflictivas cada cual intenta recubrir masivamente su falta con la del otro – intento destinado al fracaso, dado que se termina taponeando ficticiamente un vacío con un objeto inasible, conformado por un semblante de nada. Uno le pide a otro que le entregue casualmente lo que éste no tiene, dado que ama en él o en ella el objeto que el otro construye ficcional y exclusivamente a los efectos de seducirlo. Se le dona a la pareja un falta recubierta de espejismos objetales para que la futura pareja se ilusione con la posibilidad – eficaz aunque meramente ilusoria – de la realidad de un encuentro, al que supone capaz de resolver la angustia existencial.
Se ama en el Otro el objeto del cual él también carece y que en el instante del enamoramiento ambos suponen encontrar en esa zona de entrecruzamiento del objeto ideal completante, conformado por las proyecciones recíprocas que dan consistencia a un imaginario, que anuda a dos sujetos por la apariencia completiva que propone. La pareja funda la unión en tanto ésta permite el recubrimiento de dos faltas, que al “completarse” una en la otra, generan la ilusión de que el Todo pleno es posible.
En esta relación dual se despliega las estructuras psicopatológicas de modo tal que la tarea de un psicoanalista frente a la consulta de una pareja debido a dificultades vinculares, debe apuntar fundamentalmente a “separar” la simbiosis que aglutina a ambos integrantes de una relación configurada con un alto gradiente de especularidad, para recién a partir de allí plantear una operación de psicoanálisis individual.
La pareja configura un modo de relación privilegiado para desplegar pactos y encuentros con alto índice de proyeacción especular recíproca, lo que determina un anudamiento gozoso mediante el cual cada uno satisface sus apetencias narcisistas.

La pareja estimula – dada la misma índole de la intimidad sexual – conductas regresivas, las que se deben atemperar, mediante la operación eficaz de un tercero, que “abre” la “simbiosis” y permite que cada cual reintroyecte sus conflictos y pueda así eventualmente resolverlos. Ahora bien, esta operación de mediación simbólica puede efectuarla un psicoanalista, un mediador o un juez, pero a veces la operación de corte se produce de forma actuada, dada la presencia de un tercero – amante, por ejemplo –, el que con su mero posicionamiento en la estructura dual ayuda a triangulizarla, aunque siempre con todos los costos éticos o de sufrimiento sintomático que esto acarrea.

En relación con la elección de la pareja, diremos que aquella configura un destino. Se elige siempre desde los modelos infantiles en el sentido de remedarlos o de oponerse a ellos, y dado que las elecciones matrimoniales se suelen producir en la adolescencia, o en adultez temprana, la influencia de las marcas edípicas es aún más atenuada. Seguramente las segundas elecciones – si no están signadas por la repetición – suelen hacerse desde una posición más elaborada, quizá con mayor distancia simbólica de los objetos primarios. En la primera relación, se suelen agotar la hostilidad y el resentimiento infantil y el sujeto liberado de sus tendencias tanáticas, puede encaminarse a un encuentro menos ambivalente con mayor capacidad de reconocimiento de la alteridad.
La pareja es el resultado del cruce de niveles narcisísticos con niveles edípicos. Pero, tal como afirma Lacan, el amor contribuye a hacerse condescender el goce al deseo, es decir, cuando se ama se protege al Otro de la tentación de instrumentarlo al exclusivo servicio del puro goce, que desconoce siempre la otredad y anula, por ende, toda diferencia.
La violencia que se moviliza en las parejas ante su fracaso y la eventual conducta destructiva que se genera entre los ex miembros de éstas, se funda en la desilusión que esta situación suscita. ”
• Ureta de Caplansky, Matilde (2005). ¿Apego, vínculo y/o amor en la pareja?. Cedapp: Lima. Págs: 54-56.

A propósito de la infidelidad...

Tratando de describir algunos de los factores predisponentes de la infidelidad.


Uno de los factores predisponentes de la infidelidad se remite a la elección del compañero, esta decisión está dada tanto por factores conscientes como inconscientes y además, restringidos al habitat de cada individuo, es decir, la elección no es al azar sino que está altamente determinada de acuerdo con las actividades realizadas que nos permiten "conocer" o relacionarnos con otras personas. Así mismo, es más fácil que las personas se sientan atraídas hacia otras que realizan el mismo tipo de actividad o comparten gustos similares, que hacia aquellas personas con quienes no tienen los mismos marcos de referencia.

También hay que tomar en cuenta la presión ejercida en muchos medios sociales cuando los noviazgos son largos, respecto a la "necesidad" socialmente establecida de contraer matrimonio, como el hecho de "elegir un buen partido" que podría interpretarse como "del gusto de la familia” o “con éxito".

De acuerdo con Freud, la elección del compañero puede hacerse por varios caminos:
1. El tipo narcisita puede amar: lo que uno es (a sí mismo), lo que uno fue, lo que uno quisiera ser o a la persona que fue parte de uno mismo.
2. El tipo anaclítico puede amar: a la mujer nutriz o al hombre protector.

Esto podría explicar por qué existen elementos de amor y odio en las relaciones amorosas, ya que al proyectar parte del yo en el otro y llegar a la frustración se desencadena el odio, debido a que mediante el mecanismo de la proyección se supone que el otro "debe" satisfacer mis necesidades; esto ocurre tanto a nivel consciente como inconsciente.

La pareja necesita de movilidad para su supervivencia y para el desarrollo de cada uno de los integrantes. Así, el tipo de elección inicial puede ser modificada. Por ejemplo, la pareja complementaria, en donde uno "manda" y es considerado mejor, más capaz, etc., puede verse seriamente afectada cuando el miembro "menor" obtiene una serie de logros que lo hacen salir del esquema anterior. En este ejemplo, el miembro "débil", realiza una elección del tipo anaclítico pero dados los logros, su relación se transforma en una de tipo narcisista. La relación continúa siempre que la elección sea ratificada por ambos miembros de la pareja.
Puede darse el caso de un cónyuge de carácter oral o simbiótico que, en su afán de evitar la depresión, haga una elección de tipo anaclítico y cuando descubra que por medio de su compañero no solucionará sus fantasías, podrá entonces buscar una relación extra.

Así es como a nivel inconsciente, se puede elegir compañero por la idealización que se hace del objeto, puesto que cuando la persona se relaciona con alguien a quien considera valioso, se valorará mejor a sí misma; o bien, puede sentirse apoyada de manera más sólida.
Las situaciones anteriores, hacen referencia a patologías, en la medida en que se hacen modos de relación rígidas y estereotipadas y así, ante cualquier crisis o problema "vital" de la pareja, resultarán las conductas inoperantes para resolver o cuando menos llevar a buen término los problemas que la aquejan.
Sea cual sea el tipo de elección que se haya realizado, los miembros de la pareja pueden sentirse defraudados una vez terminado el período de luna de miel y entonces, las expectativas sufrirán un golpe cuando se enfrenten a la pareja "real" y no a la idealizada.

El desplazamiento del odio, virtualmente operante, dentro de la "luna de miel", se torna ahora ineficiente a pesar de la represión, que ante una crisis se resquebrajará de tal suerte que un miembro de la pareja puede elegir como amante a una persona diametralmente opuesta a su cónyuge, conservando a su pareja como objeto bueno.

Este mecanismo explica aquellos casos en donde se busca un amante con el objeto de continuar idealizando la figura del cónyuge y descargar así, lo negativo en el otro. Esto es frecuente, en personas que comparan la relación sexual con actividades censuradas y pueden entonces "desahogarse" con prostitutas, conservando en un buen concepto el nombre del "cónyuge decente".

Aquí también podemos encontrar un tipo de masoquismo o sadismo encubierto. Ambos tipos de patología, pueden ser "causa" de una relación extraconyugal, que puede servir para castigarse mediante la autodenigración o bien, castigar y denigrar al otro.

En este sentido, hay que mencionar otro tipo de relaciones extramaritales en donde la genitalidad no es lo más importante tanto como la necesidad de sentirse escuchado y atendido por otra persona.

Partiendo del supuesto de que toda pareja necesita cierto grado de dependencia, dada la necesidad de adecuar los roles; pueden encontrarse ciertas "desviaciones" respecto a la dependencia como el caso de individuos que tienen amantes cuando sienten que el cónyuge amenaza su independencia y autonomía y que tienen miedo a quedar atrapados, en este sentido, se observan sujetos que una vez que el/la amante inicia sus exigencias, buscarán nuevamente otra relación que los "salve" tanto del cónyuge como del amante "devorador" o bien, pueden mantenerse así para evitar ser absorbidos por ambas. Esta situación incluye el mito de "don Juan" en quien cabría la interpretación psicoanalítica del "miedo a la fusión" puesto que al relacionarse con muchas personas, la persona no puede involucrarse con ninguna.

Por otro lado, es necesario que se establezca cierta independencia y autonomía respecto a las familias de origen. Cuando esto no se logra, se puede iniciar la búsqueda de un amante con el objeto de saciar la necesidad de encontrar imagos paternas. Esta conducta alude a una regresión de tipo adolescente en donde, por medio del amante se evitan responsabilidades tanto de dependencia como de apoyo hacia el cónyuge-padre.

Puede suceder también, que la infidelidad ocurra para satisfacer la necesidad del enamoramiento. Como con el cónyuge la luna de miel llega a término, podemos encontrar sujetos para quienes es necesario estar continuamente en la etapa de idealización y de fusión para sentirse amados.



También es importante subrayar el hecho de que la infidelidad puede darse como consecuencia de la desconfirmación del otro o como intento de "salvarse" de una relación asfixiante.




A partir de las supuestas "causas" de la infidelidad, habrá que tener en cuenta el papel que desempeña el otro. Hay situaciones en las que el cónyuge es quien, por problemas sexuales, defensas, etc., estimula abierta o encubiertamente a su pareja para que tenga relaciones extramaritales, en el caso de que a la pareja le produzca angustia y rechazo.

Cualquiera que sea el caso, se maneja la idea que la infidelidad no es la causa de la separación de la pareja, sino la culminación de una serie de problemas y crisis en el interior de la misma, por lo que es necesario acudir a un especialista para contar con un espacio en donde elaborar para dejar de actuar.