¿Se puede realmente afirmar que los adolescentes se están adaptando a los grandes e inmediatos cambios que nos trae la actualidad?
En apariencia pueden mostrarse llenos de ganas de hacer cosas y muy activos, pero existen también muchos adolescentes desadaptados que buscan aislarse porque no soportan el caos, la velocidad de los cambios y no pueden sobrellevar las situaciones diarias.
En apariencia pueden mostrarse llenos de ganas de hacer cosas y muy activos, pero existen también muchos adolescentes desadaptados que buscan aislarse porque no soportan el caos, la velocidad de los cambios y no pueden sobrellevar las situaciones diarias.
En definitiva, los adolescentes ahora sienten que tienen que correr para adaptarse a los cambios y aparentemente se adaptan, pero la velocidad de los cambios implica para ellos también una serie de expectativas que permanentemente sienten que no llegan a cumplir. Cuando se dan cuenta que no pueden con todo, se presentan en ellos una serie de angustias profundas.
Ahora, una de las tareas del adolescente es la des-idealización de los padres. Sin embargo, al haber una des-idealización masiva actual - el padre no tiene la capacidad tecnológica que tiene el hijo, el padre no está al ritmo del hijo – puede presentarse la sensación de carecer de modelos adultos que sean referentes de seguridad y fuerza que permitan al adolescente sentirse con cierta base para poder luchar y diferenciarse, con el fin de construir su identidad. Ante esto, surgen nuevos referentes: las maquinas y sus modelos de inmediatez, renovación constante, innovación. Así como puede ser el modelo de “la estrella de Hollywood” o el yuppie con mucho dinero sin mayor esfuerzo.
Podemos ver que la línea de conexión de estos nuevos referentes es la urgencia, en donde tomarse un tiempo para pensar, analizar queda por debajo de la necesidad de “ir en contra del tiempo”.
Por otro lado, el adolescente de hoy siente mayor libertad en todos los ámbitos, a comparación del adolescente de hace 10 años, probablemente porque a los padres les incomoda o no saben cómo ubicarse en su rol de padres. La gran desventaja de esta sensación de libertad que pueden sentir los hijos adolescentes es que generaría una gran sensación de vacío, de confusión, de no tener nada fijo y suficientemente fuerte y seguro de dónde asirse.
Una de las pocas preocupaciones que pueden compartir padres e hijos adolescentes es la percepción del futuro. Es decir, los padres, por lo general, se angustian al sentir que sus hijos viven demasiado en el presente sin considerar el mañana, sin prever. El hijo adolescente piensa continuamente en ser exitoso y adinerado en un futuro, pero le cuesta exponer el proceso para llegar a dichas metas.
Hasta hace unos 10 ó 15 años, los padres pensaban y esperaban que sus hijos siguieran ciertas profesiones – Medicina, Derecho, Ingeniería. Actualmente, cada uno hace y deshace según sus propios criterios y sin dar mayores explicaciones. Esto sería sumamente beneficioso siempre y cuando los adolescentes no se sintieran perdidos, confundidos ante tantas y tan variadas cantidades de estimulación y salieran más maduros de los colegios.
Si bien es cierto, hay una cantidad increíble de oficios, profesiones, posibilidades, en el país, en el extranjero. Entonces, ya no es que tengas tres opciones, sino que tienes talento para una serie de opciones y si te esfuerzas un poco más puedes tener muchas opciones más. Ante esto, existen adolescentes que tienen la fuerza para decidirse, pero muchos otros se sienten mucho más perdidos, de repente porque son chicos más sensibles, de mayor fragilidad a quienes les cuesta mucho ubicarse.
Ahora, una de las tareas del adolescente es la des-idealización de los padres. Sin embargo, al haber una des-idealización masiva actual - el padre no tiene la capacidad tecnológica que tiene el hijo, el padre no está al ritmo del hijo – puede presentarse la sensación de carecer de modelos adultos que sean referentes de seguridad y fuerza que permitan al adolescente sentirse con cierta base para poder luchar y diferenciarse, con el fin de construir su identidad. Ante esto, surgen nuevos referentes: las maquinas y sus modelos de inmediatez, renovación constante, innovación. Así como puede ser el modelo de “la estrella de Hollywood” o el yuppie con mucho dinero sin mayor esfuerzo.
Podemos ver que la línea de conexión de estos nuevos referentes es la urgencia, en donde tomarse un tiempo para pensar, analizar queda por debajo de la necesidad de “ir en contra del tiempo”.
Por otro lado, el adolescente de hoy siente mayor libertad en todos los ámbitos, a comparación del adolescente de hace 10 años, probablemente porque a los padres les incomoda o no saben cómo ubicarse en su rol de padres. La gran desventaja de esta sensación de libertad que pueden sentir los hijos adolescentes es que generaría una gran sensación de vacío, de confusión, de no tener nada fijo y suficientemente fuerte y seguro de dónde asirse.
Una de las pocas preocupaciones que pueden compartir padres e hijos adolescentes es la percepción del futuro. Es decir, los padres, por lo general, se angustian al sentir que sus hijos viven demasiado en el presente sin considerar el mañana, sin prever. El hijo adolescente piensa continuamente en ser exitoso y adinerado en un futuro, pero le cuesta exponer el proceso para llegar a dichas metas.
Hasta hace unos 10 ó 15 años, los padres pensaban y esperaban que sus hijos siguieran ciertas profesiones – Medicina, Derecho, Ingeniería. Actualmente, cada uno hace y deshace según sus propios criterios y sin dar mayores explicaciones. Esto sería sumamente beneficioso siempre y cuando los adolescentes no se sintieran perdidos, confundidos ante tantas y tan variadas cantidades de estimulación y salieran más maduros de los colegios.
Si bien es cierto, hay una cantidad increíble de oficios, profesiones, posibilidades, en el país, en el extranjero. Entonces, ya no es que tengas tres opciones, sino que tienes talento para una serie de opciones y si te esfuerzas un poco más puedes tener muchas opciones más. Ante esto, existen adolescentes que tienen la fuerza para decidirse, pero muchos otros se sienten mucho más perdidos, de repente porque son chicos más sensibles, de mayor fragilidad a quienes les cuesta mucho ubicarse.
Con estos adolescentes, y con el fin de que no se queden en el limbo por más tiempo del debido, la familia le puede dar la opción que empiece por lo más general y escoja entre letras y ciencias, luego puede ingresar a estudios generales e ir fogueándose y probando cursos de diferentes profesiones. Si esto no fuera posible, se le puede dar la oportunidad de ir al trabajo del padre, de un amigo o de algún familiar para que observe y se informe sobre ese trabajo. Si aun con esto, el adolescente no consigue llegar a tomar una decisión, siempre queda la opción de tener la ayuda de un profesional que pueda ayudarlo a ordenar sus ideas, preferencias y afectos.
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