¿Este pedido le suena familiar? Sepa qué puntos tomar en cuenta antes de ceder o denegar el deseo de su hijo.
Un animal no es un juguete, es un ser al que cuidar y del cual estar pendiente. Es probable que en un inicio a los niños les guste tenerlos bajo su responsabilidad, hay que sospechar que puede cansarse y terminarán siendo los adultos los que se ocuparán del animal.
Sin embargo, al traer a una mascota nueva a casa también puede ser visto como la oportunidad perfecta para reforzar no solo la responsabilidad, sino otras habilidades y capacidades de su hijo.
El orden de preferencia para la elección de una mascota de los niños suele empezar por el perro y acabar en el pez, y se debe a la demanda afectiva que tiene cada animal y a las posibilidades de relación que ofrece cada uno.
Es importante llegar a un acuerdo sobre qué animal será el más indicado. Si el que prefiere el niño no puede ser, debemos explicarle el por qué y encontrar alguna alternativa. Y si no podemos hacernos cargo de una mascota, no debemos perder de vista la necesidad que tiene el niño de estar en contacto con los animales y ofrecerle alternativas como ir al parque o pasear al perro de algún familiar o vecino.
Una vez decidido el animal que compraremos, tendremos que repartir las

En el caso de que la mascota muera, es importante aceptar la tristeza de nuestro hijo, entenderla y ayudarle a expresarse. No conviene quitarle importancia ni “reponer” la mascota muerta con otra de manera mágica. Quizá es la primera muerte que experimenta y puede costarle un tiempo asimilarlo. A veces, puede ir bien hacer alguna ceremonia para despedirnos del animal.
Tips:
- Informarnos sobre el animal, antes de comprarlo: necesidades, alimentació
- Hasta los 3 años los niños son poco capaces de cuidar un animal pero a partir de los 4 ya podrán dar de comer o beber (aunque tengamos que recordárselo) a un animal que requiera pocas atenciones, por ejemplo un gato, un hámster, un conejo o un pez, e incluso ayudarnos a limpiar la jaula o la pecera.
- En el caso de los perros, lo mejor es esperar a los 6 años y elegir uno de raza pequeña. A esta edad podrá encargarse totalmente de su alimentación y más delante de sus paseos.
- Crear, de forma verbal o escrita, un contrato en el que se establezcan las tareas de cada miembro de la familia. Al niño puede serle de gran ayuda tener colgado en la pared o la nevera, una lista con las responsabilidades de cada persona y los días de la semana que debe hacer cada cosa.
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