lunes, 28 de septiembre de 2009

Ante el divorcio ¿Cómo pueden llegarse a sentir los hijos?

Inseguridad Personal

“El elemento más importante en la formación de la estructura de base de la personalidad de un niño es el concepto de sí mismo, es decir la imagen mental que tiene de su persona… Su comportamiento depende de los esquemas mentales que lo guían, el más importante es el concepto de sí mismo”.

Para un niño, el mundo son sus padres, ellos son todo lo que tiene. Si uno de los padres desaparece, el niño puede incorporar conductas regresivas y sentirse sumamente angustiado no sólo por lo que le signifique en su cotidianeidad (actualmente cuando se divorcian el 73% de las mujeres, que quedan a cargo de sus hijos, desciende en su nivel de vida), sino también por sentirse más vulnerable ante el mundo. Esto, tendrá que ser contrarrestado por el padre que permanece a su lado, quién lo rodeará de cariño y comprensión, procurando que su entorno sea lo más edificante posible.

Sentimientos de culpa

Pueden presentarse sentimientos de culpa, por ser “un niño malo” y haber provocado la separación. Esto para los chicos es terrible. Los adultos hemos aprendido que el mundo no es blanco o negro, que las personas no se dividen en malas y buenas. Pero para un niño, en el mundo sólo están los buenos y los malos, los buenos son los que lo quieren y le traen caramelos, o le sonríen, o lo llevan al parque y los malos son todos aquellos que se portan mal o que hacen daño y que nadie los quiere.

El ser bueno y el querer van juntos, por lo tanto si a él no lo quieren, si se alejan de él, es porque él es malo. Esto genera en el niño reacciones varias, desde la tristeza y la melancolía hasta la agresión y la violencia. Algunos, tímidos y temerosos del exterior se encerrarán en sí mismos y otros, extrovertidos y temerosos se desquitarán con el mundo manifestando conductas agresivas.

Problemas de conducta

Se dice que parte del rol del padre es transmitir la ley e introducir al niño en el mundo exterior, pues si bien esto no hay que tomarlo al pie de la letra. Sin embargo, la madre también puede ser quien la transmita, pero en el caso de madres solteras suele ser difícil cumplir con todas las funciones. De hecho, a veces, ni estando los dos padres pueden, aunque el padre y la madre son los dos rieles sobre los que avanza el niño. Un riel no puede reemplazar al otro, pero entre los dos aseguran la dirección del tren.

* Adaptado del Libro Ser padres en el tercer milenio de Jorge Luis Ferrari (2007). Capítulo IV

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