Conforme los hijos van creciendo surgen diferentes preguntas que muchas veces pueden poner a los padres en jaque o en situaciones bastante difíciles de manejar.
Durante la adolescencia, etapa de crisis y cambios bruscos, es necesario tocar el tema de la sexualidad, ya que es generalmente durante estos años en los que se corre mayor riesgo de adoptar ciertas conductas de riesgo – relaciones sexuales sin protección, drogas, embarazos no deseados, etc.
Ahora bien, debido a muchos factores pueden instalarse barreras comunicativas entre padres e hijos adolescentes al momento de tratar de aborda el tema de la sexualidad. Entre las barreras más importantes tenemos:
- Tanto padres como adolescentes pueden llegar a sentirse “fuera de lugar” o hasta culpables al preguntar sobre temas de sexualidad. Ante esto, ambas partes entran en un mutismo rígido y se corre el riesgo de creer que es el colegio el único responsable de conversar sobre esto con su hijo/a. A decir verdad, es la posición más cómoda que tanto padres como hijos pueden adoptar. Sin embargo, los padres tienen el deber de abordar y tratar de resolver las preguntas de sus hijos con respecto a la sexualidad. Si bien el colegio es una institución que educa y transmite conocimientos, las principales figuras de referencia durante la mayor parte de la vida de los hijos, son sus padres.
- Puede que los padres no tengan claro cómo transmitir sus valores sobre la sexualidad. La mejor forma de saber si las ideas que se quieren transmitir son claras es preguntando a sus hijos/as sobre el mensaje con el cual se quedan, dando pie a la escucha de lo que ellos/as piensan y opinan.
- A menudo, los padres piensan que no saben lo suficiente de sexualidad para ofrecer a sus hijos una información adecuada. Si este fuera su caso y quisiera tener un “update” del tema, así como fortalecer sus estrategias de comunicación puede acudir a consejerías psicológicas o talleres que les dé más pistas sobre cómo manejar el tema.
- Los padres pueden tener dificultades para aceptar la sexualidad de sus hijos y, éstos a la vez, la de sus padres. Para empezar a derribar esta barrera, puede apoyarse en videos o libros educativos sobre la sexualidad para luego poner ejemplos de lo que le pasó a usted en su adolescencia o de lo que le puede estar pasando a sus hijos.
- Muchos adolescentes creen que “ya lo saben todo” acerca de la sexualidad y pueden tener una actitud burlona o evitativa cuando usted quiere conversar. No se preocupe y tenga paciencia. Asegúrese de fomentar el diálogo abierto sobre lo que su hijo/a piensa o sabe de sexualidad y que sepa que el día que quiera comentar o preguntar algo sobre el tema, será escuchado por usted y ambos trataran de pensar en una respuesta o solución a su preocupación.
¿Mitos sobre la educación sexual del/la adolescente?
Mito 1: Son todavía unos niños
El tiempo pasa volando y los hijos/as crecen rápido. Sin que se dé cuenta, sus niños/as se han desarrollado velozmente hasta llegar a ser adolescentes.
Es importante hablar de sexualidad con los hijos/as de forma natural desde la infancia (ver artículo “De qué y cuándo hablar de nuestros hijos sobre sexualidad”), acompañándolos en su crecimiento, para que puedan asimilar gradualmente los desafíos y crisis de esta etapa de la vida.
Mito 2: La educación sexual incita a las relaciones sexuales precoces
Si los/as adolescentes reciben una educación y guía apropiada sobre su sexualidad, tendrán más control sobre la información que les llegue de personas o medio populares, se fortalecerá su autoestima y seguridad personal ya que podrán afrontar su sexualidad sin culpa, vergüenza o reproches y podrán proceder de manera más responsable ante situaciones de riesgo.
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