La logoterapia es una técnica psiquiátrica desarrollada por Viktor Frankl, un médico sobreviviente de los campos de concentración nazi. Su método es una variación del psicoanálisis.
La logoterapia intenta sobrepasar la clásica interpretación del inconsciente que se nutre de los impulsos y deseos, y colocar en correcta relación la vida orgánica con la vida espiritual.
Freud, padre del psicoanálisis, creía que la neurosis estaba encadenada a episodios de impulsividad reprimida y por tanto su terapia consistía en volver conscientes tales represiones. Esto a través de un proceso de intervención médica conocido como "asociación libre". De ahí la clásica imagen del diván, el paciente y el médico.
Lo sorprendente de las investigaciones de Frankl es que descubre otro elemento del inconsciente: el espiritual. No solamente subsisten en el interior de la conciencia humana una impulsividad natural sino también una espiritualidad natural.
La cura de muchos traumas estaría dada por el reconocimiento de esta espiritualidad y la posterior toma de conciencia es decir, de responsabilidad frente a esa condición. Para Frankl, la espiritualidad no tiene que ver sólo con una búsqueda de refugio/salvación, si no que es un "modo de existir humano".
En la psiquis humana, se encuentra una espiritualidad inconsciente que pretende siempre la trascendencia. De hecho, la conciencia no es conciencia desde sí misma, sino más bien desde otro (necesidad de Dios). Aquí la teoría de la logoterapia, que pretende el bienestar en función de la recuperación de sentido, expone funciones profundas de la conciencia y la toma de decisiones de la vida cotidiana. Los sueños son aún piezas claves para entender los procesos psíquicos que pugnan en el interior de todo hombre.
La logoterapia se convierte en un instrumento de conexión para el ser humano, entre su vida inconsciente y su manera de vivir. No hay nada más enfermizo en el humano que una vida incoherente (conciencia Vs responsabilidad).
Son las decisiones las que resultan en fracaso o triunfo. La fuerza de las decisiones radica en la propia existencia, de tal modo que jamás se puede renunciar a ella. Se trata entonces de una elección consciente o inconsciente, pero decisión al fin y al cabo. Decisión que nos arrastra con todo lo que fuimos, somos, y seremos.
La logoterapia intenta sobrepasar la clásica interpretación del inconsciente que se nutre de los impulsos y deseos, y colocar en correcta relación la vida orgánica con la vida espiritual.
Freud, padre del psicoanálisis, creía que la neurosis estaba encadenada a episodios de impulsividad reprimida y por tanto su terapia consistía en volver conscientes tales represiones. Esto a través de un proceso de intervención médica conocido como "asociación libre". De ahí la clásica imagen del diván, el paciente y el médico.
Lo sorprendente de las investigaciones de Frankl es que descubre otro elemento del inconsciente: el espiritual. No solamente subsisten en el interior de la conciencia humana una impulsividad natural sino también una espiritualidad natural.
La cura de muchos traumas estaría dada por el reconocimiento de esta espiritualidad y la posterior toma de conciencia es decir, de responsabilidad frente a esa condición. Para Frankl, la espiritualidad no tiene que ver sólo con una búsqueda de refugio/salvación, si no que es un "modo de existir humano".
En la psiquis humana, se encuentra una espiritualidad inconsciente que pretende siempre la trascendencia. De hecho, la conciencia no es conciencia desde sí misma, sino más bien desde otro (necesidad de Dios). Aquí la teoría de la logoterapia, que pretende el bienestar en función de la recuperación de sentido, expone funciones profundas de la conciencia y la toma de decisiones de la vida cotidiana. Los sueños son aún piezas claves para entender los procesos psíquicos que pugnan en el interior de todo hombre.
La logoterapia se convierte en un instrumento de conexión para el ser humano, entre su vida inconsciente y su manera de vivir. No hay nada más enfermizo en el humano que una vida incoherente (conciencia Vs responsabilidad).
Son las decisiones las que resultan en fracaso o triunfo. La fuerza de las decisiones radica en la propia existencia, de tal modo que jamás se puede renunciar a ella. Se trata entonces de una elección consciente o inconsciente, pero decisión al fin y al cabo. Decisión que nos arrastra con todo lo que fuimos, somos, y seremos.
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